BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Videografías de extracción: Arqueología visual de Taltal / Paposo Taltal - Paposo, Antofagasta - 2016 Residente: Claudia del Fierro Gallegos
Publicado: 15 de octubre de 2016
Llegada

Desde la cabina de la grúa la extensión del territorio es infinita, no hay horizonte. Solo existe la tierra cálida que se va fundiendo en cerros hasta la palidez de la cordillera y el violeta del cielo. Anochece y la conversación con el conductor se anima. Así somos acá- dice Jorge. Es un territorio duro y se trabaja mucho. Con los turnos es difícil tener familia, hay mucho hombre solo. Ya debería estar en Taltal y me encuentro en manos de desconocidos, dejando el auto en un taller mecánico en Copiapó a medianoche. Nos acercaron 170 kilómetros desde la salida de Vallenar y en el camino obtuvimos un detallado relato de todos los accidentes mortales en la carretera esta semana. La escala y las distancias acá son de otra magnitud.

Parto desde Santiago el 12 de Octubre, después de unas semanas de trámites y esperas. Beatriz me acompaña para manejar y trasladarme 1.350 km en dirección Norte, mientras conversamos sobre posibles actividades para el proyecto. Como otras veces, las observaciones, etnografías secretas y la escritura de antropólogos, arqueólogos o documentalistas infiltrados serán un enorme aporte al proceso de trabajo. Nos imaginamos a ¨la comunidad¨. Pienso en los infiernos participativos de Claire Bishop y los encuentros con los los desprevenidos habitantes que normalmente se ven envueltos en proyectos de arte. Me da risa y me imagino unas fotos de equipo de fútbol rodeada de jóvenes ávidos de videografiar la crisis ambiental en la Segunda Región.

Hay que dejar el auto en Copiapó, seguir en bus. Arrastramos equipos y maletas. En el centro sale a nuestro encuentro Adolfo Torres, quien nos espera a comer hace un día en su casa de Bahía Inglesa. Planificamos una Olla Común participativa en Taltal y nos asomamos a mirar el mar. ¿Cómo hacer una actividad con y no para la comunidad? Subimos a un bus en Caldera. Ya nos estamos acercando.

A 25 km de la 5 Norte, Taltal es un refugio. Pasamos un poco de vegetación que nace de la espesa camanchaca que flota entre los cerros por la mañana. Es época de desierto florido. Llegamos en la tarde y el sol se inclina por detrás de la iglesia. La plaza está musicalizada desde algún lugar secreto y la gente transita por el centro. Estamos entre la estratigrafía cobriza de los cerros y el azul intenso de la bahía. Taltal es un puerto y su pasado salitrero se ve en todas partes. El centro se recorre en 5 cuadras y las poblaciones se van agolpando hacia el cerro. Llegamos cargando las mochilas a casa de Diego con la puesta de sol. Caminamos por la costanera mientras Diego nos cuenta sobre su tiempo de trabajo en la mina, su emprendimiento de eco turismo, la asociación que está formando para fortalecer la identidad local, los encuentros para ver películas y las subculturas taltalinas. Acepto la invitación a apoyar a los hiphoperos en la grabación de un video clip. Hablamos sobre el trueque y como puedo entablar relaciones con los grupos ya organizados. Desde el antiguo corredor de su casa de madera vemos como cómo se apaga el pueblo.

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