Esta semana partió el proceso mismo de la residencia y las acciones han estado orientadas a la concreción de las asambleas que nos acercarán a los objetivos planteados inicialmente.
El lunes nos reunimos con el equipo municipal para coordinar detalles de la colaboración que nos pondrá a trabajar codo a codo en este proyecto y en las posibles proyecciones a futuro que nos permitan como organización seguir aportando a la gestión cultural en el territorio, estableciendo así la continuidad y el seguimiento necesario a un trabajo que solo tiene 12 semanas de acción, pero que puede proyectarse mucho más allá a nuestro parecer. Los resultados de esta reunión son prometedores y entendemos que de parte de la autoridad existe una gran necesidad de acompañar a la 4 Villas en su crecimiento y desarrollo en todo lo que esté en sus manos hacer. Seguiremos contándoles cómo avanza esta línea de acción conforme vayamos avanzando.
Por la tarde nos fuimos a la escuela hogar. Lamentablemente los vecinos no llegaron. Según lo que pudimos averiguar, suele suceder si no se les confirma en el mismo día de la actividad la realización de esta, pues para ellos es difícil programarse con tantos días de anticipación. Decidimos reagendar la reunión porque nos damos cuenta que hay que llamarlos el mismo día, ya que les es difícil agendar con tanta anticipación debido a sus propios compromisos y actividades. Aprovechamos, sin embargo, de compartir y empaparnos de las experiencias de las coordinadoras del programa Quiero Mi Barrio. Allí, Bárbara, Paola, Erika y Katty, nos orientaron en este y unos cuántos otros detalles del funcionamiento del barrio y su comunidad.
El martes también trabajamos en la escuela hogar, a la espera de nuestra siguiente reunión con los vecinos del territorio, junto con el equipo de quiero mi barrio, que han sido un gran apoyo en este difícil comienzo. Realizamos una reunión de coordinación, para no agendar actividades los mismos días y así poder complementar nuestras acciones en beneficio de ambas iniciativas y de los vecinos por supuesto.
Es aquí donde nos encontramos con Pablo Arana, profesor que se encarga de enseñar a la comunidad la construcción de un huerto en la escuela hogar y junto a ellos definimos el primer espacio a intervenir. En conversación con ellos, nos damos cuenta que está en muy buena disposición para colaborar con nuestro proyecto y los dejamos convocados para la asamblea general del día miércoles.
Salimos a investigar el territorio.
Katty, de “Quiero Mi Barrio” nos lleva al jardín infantil que funciona al interior de la Villa, nos da un paseo por la capilla y la sede social. Nos va presentando a algunos vecinos para que nos vayan conociendo y sabiendo quiénes somos y qué hacemos ahí, para posteriormente poder tener mayor autonomía y libertad para gestionar desde el territorio mismo las invitaciones a las actividades que realicemos y llevar a cabo ciertas iniciativas en la misma Villa.
Así vamos dando nuestros primeros pasos al interior del territorio. Lento, pero seguro. Generando las primeras alianzas con los agentes que intervienen en el barrio y consolidando las confianzas con los vecinos para llegar a un buen fin.