Surgió la propuesta de una vecina de “El Boro” de realizar una mateada con las participantes del Club Semillitas del Desierto, así que nos organizamos y partimos a nuestra mateada en el huerto Peumayen, con el propósito de conocernos más, abrir la conversación a otros temas fuera de sus actividades usuales, apropiarnos de espacios comunitarios con poca participación, fomentar la educación ambiental y el trabajo cooperativo.
La actividad fue muy interesante y entretenida, y se dio pie para hablar de otros temas, como sexualidad en la 3ra edad, empoderamiento femenino, machismo, y tabúes sobre temas como homosexualidad y género. No fue algo planificado, más bien llevábamos ideas lúdicas para fomentar la apertura a temáticas diferentes a las que usualmente se tratan en sus reuniones habituales, pero no fue necesario, porque tal vez el hecho de salir de la estructura común de su sede, las hizo abrirse a un dialogo más distendido, fomentado por ellas mismas, donde nuestro rol fue escuchar para conocerlas más y moderar tal vez algunas suposiciones y mitos estos temas.
Una de las vecinas del club, que fue con nosotras a la anterior visita al huerto, llevó sus residuos orgánicos recolectados durante la semana, y también propusieron reunirnos cada jueves en la tarde a tomar “once”. Además, con Macarena elaboramos nuestro lienzo de la residencia “Tantasiña Warmi”, el que también servirá de ejemplo para elaborar otros de manera participativa con las vecinas y vecinos de la población.