Luego de varias sesiones y discusiones llevadas a cabo en los encuentros de los viernes, finalmente se realizó la pintura de la garita del sector con el diseño colectivo.
La actividad comenzó a las 10 de la mañana de este sábado. El día anterior tuvimos que ir al sector urbano de San Fabián a comprar los materiales, acomodarlos en las mochilas y partir de vuelta a La Montaña, un viaje de tres horas cuarenta y cinco minutos que agota bastante. Ese mismo día se realizó nuestro encuentro de cada viernes, por lo que el sábado en la mañana estábamos un poco cansados. Acarreamos los materiales en una carretilla, lo que no cabía lo pusimos en mochilas y caminamos hasta la garita.
A llegar estaba Maxi esperándonos. Comenzamos el trabajo: Maxi y Lucy ordenaron todos los materiales mientras yo (Pancho) trazaba la estructura del diseño; luego de eso, a pintar.
Unos minutos después llegaron tres niñas y dos adultos a sumarse al trabajo. Más tarde seis niños y niñas y una adulta. Trabajamos sin parar hasta la hora de almuerzo, momento que todos fueron a sus casas y volvieron una hora después. Continuamos pintando, por un par de horas, hasta que el calor y otros compromisos hicieron que los niños se fueran. Todos quienes pasaban nos veían, saludaban y decían lo bien que iba. Un grupo de mujeres, que venía saliendo del mes de María, nos dijeron que querían pintar ellas la otra garita del sector y que las ayudáramos con el diseño. Ojalá se concrete.
Con Lucy nos quedamos avanzando un poco más y esperamos esta semana juntarnos nuevamente con algunas personas de la comunidad y terminar el trabajo.
El domingo, arriba de la micro que me llevaba a San Carlos, una señora que no conozco, le decía al chofer que mirara, pintaron la garita, y antes estaba tan fea y ahora se ve tan linda. Eso me alegró.