Llegar a un lugar nuevo siempre trae consigo cambios e imprevistos, en muestro caso fue que se nos olvidaron las frazadas, por lo que hubo que conseguir rápidamente en las alternativas que el comercio de la Ligua ofrecía, finalmente compramos una frazada en el mall Chino, lugar muy popular en la zona, después fuimos a una tienda tradicional de la zona donde compramos un cubre camas reversible de confección nacional.
No mucha gente hospeda en la Ligua, pero se arma un importante comercio por el transito de turistas que van a Papudo, Zapallar y Cachagua, que son balnearios para la gente mas pudiente de nuestro país. Mucha de la población adulta de la La Ligua se traslada hacia esos balnearios cercanos, ahí trabajan del turismo y servicios de la temporada de verano, por lo que esos hijos de trabajadores del verano se quedan en La Ligua, un poco aburridos , buscando cosas que hacer, se les puede ver transitando por la plaza, tocando guitarra, bailando entre amigxs, comiendo completos en algún local de la esquina, pololeando, jugando con perros, hablando por celular, etc.
Es así como pasamos nuestro primer domingo en la La Ligua, una tranquilidad casi olvidada para gente acostumbrada a ver gente y sentir su ruido, aquí todo va en otro ritmo.
Hoy es domingo y se duerme temprano.
Hasta Mañana nos vemos en el Cecrea.