Ayacara como territorio-isla en su funcionamiento, está como la mayoría de los territorios marinos del sur, rodeada de salmoneras y cultivos de choritos, empresas que crecen y aumentan cada vez en toda la zona austral del país. Dentro de los primeros recorridos por los alrededores de Ayacara como comunidad central, advertimos el estudio de diferentes posibilidades de paisajes para realizar las actividades. Conociendo el sector de Punta Chulao, la mezcla de piedras redondas y oscuras, se mezclan con trozos de conchas que en la cercanía esconden pequeños trozos de aislapol. El desecho que deja la industria y que contamina de a poco las aguas del lugar y sus playas, orillas y ríos más arriba, parece camuflarse en ese popurrí monocromático, pero quienes viven en Ayacara y en toda la península lo saben, la industria les da trabajo pero les quita paisaje también.
Seguimos hasta Buill, localidad cercana y parte de la comunidad, intentando dar una primera vuelta que nos ayude a hacer un primer mapa mental de los detalles del recorrido dentro del territorio-isla. Durante estos ajetreos, pierdo sin querer el teléfono de Guillermo, dueño junto a Yessica del supermercado-ferreteria-almacen-minimarket-botilleria -todo junto- más grande que hay en el sector, a quien debía llamar por un par de encargos. Pienso que quizás no es tan simple conseguirlo, pues ellos se han ido a Puerto Montt -como deben hacer todos quienes quieren economizar en algo sus gastos o bien encontrar productos para comercializar en sus negocios- y no se sabe si vuelven hoy o mañana. Rápidamente, Ítalo -quien será el arrendador de la casa en que se trabajará estos meses- me da el teléfono del «Guiye», y me explica que no es necesario ser amigos, parientes o vecinos muy cercanos, casi todos tienen los números de teléfonos de todos en Ayacara y la península. De alguna manera, la falta de comunicación, de conexión, de señal y el aislamiento y traslados largos, incomunican a todos con el exterior, pero al mismo tiempo los comunica más entre todos. He escuchado que cada sector dentro de la península es algo receloso del otro, pero hasta ahora, vemos cómo muchos de Reldehue estudian en Ayacara, de Huequi participan y asisten a actividades en otra localidad, o muchos viven en Ayacara o Buill y trabajan unos kilómetros más allá, en Poyo u otros lugares. El territorio-isla, es una comunidad completa en sí misma, un mundo de cruces a aprender y realizar.