Hace rato que varios grupos de distintos lados venían pulsando la serigrafía. Después del “Encuentro de Mundos” se generó lo que hace rato nos damos cuenta que ocurre con esta técnica romántica y noble que es la serigrafía. Es transversal en edades, etnias, gustos y géneros. No importa si eres, hombre, mujer, niño, señora, cuico, flayte, huaso o huacho, la magia de ver un dibujo estampado por tus manos siempre es una experiencia. Sobre todo en la ruralidad, donde el valor de las cosas aún es la de antaño, donde todavía no llegan los comercio chinos, ni los supermercados, con suerte hay un cajero en la comuna, con suerte un diario, la radio local es la única que se escucha en todo el valle, el medio de comunicación más estable. Con suerte puedes comprar lo básico para cocinar, todo está o en Vicuña o en La Serena, por eso la posibilidad de “hacer” pasa siempre y primero que nada, por lo hecho 100% a mano, con los materiales que puedes conseguir o tienes a mano, hasta imprimir un par de hojas es un tema. Entonces la técnica de la serigrafía es codiciada tanto como para sustentarse a partir de este oficio, como un medio eficiente de publicidad, comunicación y expresión.
Es por eso que creemos que generó tanto revuelo y es para muchos desconocida siendo tan antigua, entonces “A pedido del público” empezamos a generar material artístico con la herramienta de la serigrafía, para la exhibición que queremos hacer entre todos los grupos con quienes hemos estado trabajando. Muchos quieren aprender o intercambiar técnicas, nos han pedido talleres en Montegrande, en la escuela, en el liceo, entre las tejedoras y hasta los poetas… la serigrafía es de amplio espectro.
Empezamos con los chiquillos de la batucada, ya llevamos dos clases o más bien dos experiencias, y ya tenemos otra fijada para la semana que viene. En la primera estampamos un dibujo con fotograbado que hicieron tipo “logo” en poleras de algodón. Fue el primer acercamiento y les encantó, también les mostramos los principios básicos del estampado a partir de un papel calado. Les gustó mucho a todos y quieren seguir practicándolo, por eso empezamos a hacer más diseños con más colores, con frases y dibujos creados entre todos. Creemos que a partir de la serigrafía podemos crear un punto de unión, un lenguaje común, finalmente al arte textil será un lenguaje central en la exhibición y las distintas manifestaciones de este arte pueden nutrir la experiencia.
La exhibición final está siendo el próximo punto de unión de todo el proceso, el motor de todos o por lo menos que nosotros queremos que todos se tomen como motor y podamos crear una experiencia vívida de arte, Paihuanina, contemporánea. En este punto creo que nuestro rol como colectivo tiene que ver con ser ese puente entre los distintos lenguajes que conviven en Paihuano y a la vez alumbrar con fundamentos y profundidad desde el arte contemporáneo cada proceso que hemos visto pasar.
Hemos observado, nos hemos puesto al servicio de las necesidades que hemos encontrado, hemos analizado y conversado entre todos un montón. La experiencia ha pasado por irnos nutriendo cada parte con lo que le hacía falta y lo que abunda en cada uno, ponerlo a disposición. Nosotros necesitábamos actores para esta gran performance llamada AGARRANDO VALLE. Los encontramos, nos conocimos, elegimos nuestros personajes sin saber bien cuál sería el guion… un gran ejercicio performático… ahora ya estamos performando todos juntos.
Para ellos creo, nosotros hemos sido esa carta que no esperaban pero que los ha sorprendido. Hemos construido amistad, ideas, experiencias e historias de vida, y juntos nos hemos puesto a tratar de entender este hermoso y complejo entorno llamado valle.