Trini es hija de Patricia y Diego. Vive en una casa cercana a la nuestra, es estudiante de la Escuela Los Coigües y participa mucho. También va casi todos los viernes a las actividades que hacemos en la sede de la junta de vecinos.
El jueves que pasó, en nuestro encuentro semanal con los estudiantes, continuamos grabando las historias que estos contaban sobre los objetos que cada cual llevó en su caja. Ella llevó una foto del matrimonio de sus padres y otra de una presentación de su hermana en la misma escuela, imagen en la que ella también estaba. Según Trini, le gustó mucho ser guagua.
En ese día, Trini se acercó dónde estábamos con Lucy y nos dio una tarjeta que hizo ella para nosotros. Por un lado decía: «hola, soy la Trini», y por el otro, había un dibujo donde estaba ella al medio y nosotros a sus lados, con cámaras grabándola y tomándole fotografías. Ese gesto nos alegró muchísimo. Si bien hemos recibido muchos regalos, -principalmente nos dan comidas típicas-, ese ha sido el presente más significativo que hemos recibido. Sin darnos cuenta, ya somos parte de la comunidad, y aunque sólo sea en una niña, hemos producido un impacto, aunque ella ha producido uno mucho mayor en nosotros.
Días después Trini tuvo un accidente en la escuela, se cayó y quebró el brazo. No sólo eso, se destrozó el codo, por lo que tuvieron que operarla y ponerle varios tornillos aparte de yeso. Estuvo hospitalizada dos días porque le dolía mucho para volver a su casa. Hoy llegó y la fuimos a ver. Estaba acostada con su hermana y se veía de buen ánimo para lo que pasó. Su madre nos dijo que había preguntado si podía ir el viernes al encuentro en la junta de vecinos. También estaba pendiente de la actividad que se haría en la escuela en su ausencia. Aprovechamos de contarle y decidió, para la publicación, que estuviera un fotograma de cuando mostró la fotografía de ella y su hermana.
Es posible que no vuelva a clases, porque le dieron licencia de un mes, pero la seguiremos viendo y la mantendremos al tanto de todo. Este tipo de afecto es el único motor que puede tener un trabajo colectivo real.