Al llegar a Santiago, después del retorno lejano que es trasladarse con todo de vuelta desde Ayacara y la Península de Huequi, demoro unos días en terminar esta última bitácora. Quizás porque el cambio es inevitablemente fuerte y porque sé, pasara un buen tiempo antes de poder cumplir la promesa de ir a verles a todos y de algún modo, no se quiere terminar. El mapa que produjimos en conjunto como resultado del trabajo hecho durante los meses en ese increíble territorio austral que hoy parece nostálgicamente tan lejano, ya está circulando por todos lados dentro de la región. Los contenidos que en definitiva muestra este “Mapa Popular de la Península de Huequi” por un lado no alcanzan a dar cuenta de la cantidad de experiencias que compartimos; y por otro, va mucho más allá de una simple cartografía para fines prácticos del lugar, la región e incluso como información para todo el país. Así como advertimos apenas escuchamos por primera vez el nombre “Ayacara” –mucho antes de formular el proyecto- que no existía ningún dato más que lo mínimo que aparecía en la web sobre todo este territorio, hoy después del trabajo realizado sabemos hay un punto de partida para otras proyecciones que los habitantes de la península tienen. El enorme aprendizaje obtenido acerca de la flora del lugar, los árboles nativos que resultan fundamentales de aprender y valorar ante una reforestación que no se detiene a lo largo de todo el país, la importancia de las historias narradas, de cómo a través del cuento y la leyenda oral se pueden mantener tradiciones transversalmente y por décadas, así como también impulsar un mayor interés por la hermosa geografía aún intacta que el lugar tiene como pocos en el mundo, son algunas de las cosas que recoge el impreso.
Lo que no se alcanza a documentar a pesar de los registros fotográficos y los reportes constates que estas bitácoras han tenido, es el registro del proceso como tal. Finalmente, este mapa impreso y con versión digital web, si bien es un resultado, para todos quienes trabajamos en el proyecto es también un final del desarrollo de un aprendizaje aún mayor: el trabajo en grupo en algo nuevo. Tanto para ellos como para nosotros, trabajar con otros no familiarmente unidos, ni elegidos como pares artistas en mi caso, fue por lejos la lección mayor, esa que dice que el trabajo común, ese que se va reforzando a través de los días y fortaleciendo mucho mas allá incluso del programa de residencias, será futuramente el recordatorio de que juntos se puede hacer mucho más. Al terminar estas líneas me habla Edgardo por el whatsapp, pidiéndome por favor lo ayude con algunas guías que les recuerden el proceso para hacer papel. Habiéndose quedado el grupo con todo lo necesario para repetir esta experiencia, le envío algunos audios breves –intercalados con el “ponerse al día” en la amistad que formamos- de los pasos a seguir. Terminamos ese chat y envío de mensajes conversando sobre cómo comenzar un nuevo proyecto y que quizás este nuevo taller de confección de papel sea el principio de un nuevo ciclo a partir de una nueva campaña de reciclaje en la península.
En este link el mapa completo
https://mapapopularpeninsuladehuequi.home.blog/#jp-carousel-153
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