El archivo audiovisual, entrevistas, momentos de escuchas, conversación transversal entre los residentes de esta acción artística y los habitantes de Villa Dorotea, como siempre la amabilidad de todos al momento de abrir las puertas de sus casas, denota una necesidad histórica de resguardar su memoria.
Todos ya saben que estamos trabajando en sus territorios, todos quieren opinar y dialogar, narrar sus vidas, ser escuchados, su opinión para nosotros es fundamental para comprender realmente el valor de este proceso de ARTE COLABORATIVO en este lugar del sur del mundo.
El dialogo transversal e individual con las familias nos revelan distintas opiniones, valores e intereses frente a estos procesos que vienen financiados por el estado, el asistencialismo nuevamente es parte de las dudas que surgen por los vecinos, la solución de problemas tan graves, como el agua potable, la vivienda, la salud, el acceso al trabajo, son parte de este diálogo.
Quiénes son los primeros habitantes de Villa Dorotea: las familias Lincoman, Gómez,
Barrientos dicen algunos, personalmente desde nuestro trabajo no buscamos resolver estas dudas históricas, para eso necesitamos habitar e investigar con mucha más profundidad esta zona, nuestra labor desde el arte es activar procesos sociales artísticos que puedan ser parte de una organización comunitaria para aportar desde el arte a su desarrollo como comunidad.
El arte como bien común, el arte como acción social, el arte como diálogo transversal, el arte como construcción de un imaginario, volver al sueño comunitario, volver a cultivar el bien común por sobre los intereses personales, soñar comunidad.