Seguimos en la experiencia de montaje, cortando, pegando, creando. Las imágenes, el lenguaje audiovisual, abren nuevas posibilidades de representación que intensifica la obra y le otorga profundidad.
A la vez, muchas cosas que fueron parte del acontecer performático no aparecen en la imagen, pero se perciben nuevas significancias, emergen nuevos relatos corporales, temporales, espaciales. La cámara se mueve con los cuerpos y participa de la performatividad del acontecimiento, lo que nos permite jugar con el montaje y probar nuevas posibilidades de dar forma a la experiencia performativa comunitaria.