Gala es un terreno desilusionado: nos hablan de tiempos mejores, tiempos en que la pesca daba al día lo que se gana hoy en 15 días. Un tiempo en el que los pescadores prendían cigarros con billetes, dónde la escuela tenía 80 alumnos (hoy tiene 14). La gente se fue, los que quedan viven tiempos más difíciles que antes. Andrés (presidente de la agrupación indígena) culpa a las salmoneras. Él, siendo buzo, vio como bancos de mariscos desaparecieron, sobre todo los que quedaban cerca de las salmoneras nuevas que se instalaban. A él no le pueden venir a decir que no es culpa de las salmoneras, trabajó ahí un tiempo, vio cómo las piscinas donde estaban los salmones los llenaban de químicos, a veces le pedían que se metiera ahí y salía lleno de ronchas, y los pescados más débiles morían en esos químicos. La gente sale poco de sus casas cuando llueve, y desde que llegamos ha llovido harto.
Nos inquietaba el cómo hacer que la gente participe, cómo invitar correctamente a todos los que podrían participar, así que tuvimos una semana movida intentándolo.
Junto a Karina, de Servicio País, nos recorrimos ida y vuelta las pasarelas varias veces invitando a participar y presentando el proyecto: Marianela vive a un costado de la Posta, lugar donde su hombre (uno de los paramédicos del lugar) trabaja. Su casa parece ser el centro de las reuniones bohemias de Gala: la muralla está llenísima de instrumentos musicales y ella constantemente menciona que ahí se realizan encuentros con amantes de las artes. Ella, encargada de la Agrupación Cultural, llegó al Puerto hace muchos años y, luego de viajar con su paño por Chile, decidió asentarse en Gala con su hombre para vivir tranquila y algunos años después tener una hija de nombre Sayén (hoy de nueve años). Marianela, o la “Nela”, es una gran activista dentro de la comunidad. Ha participado como secretaria en la Junta de Vecinos, es fundadora de los Scout (de los cuales es jefa), está organizando el Festival de Canto de Puerto Gala y es la presidenta de la Agrupación cultural, entre otras cosas. Ella nos entrega datos importantes para la ejecución del proyecto. La gente, dice, es floja y el puerta a puerta es un imperativo; la radio (acá en Gala la mayoría de las casas tienen radio y ése es el medio de comunicación oficial en el puerto) es el instrumento más importante para dar a conocer las noticias dentro de la comunidad, por lo que definitivamente tenemos que dar avisos constantes por ese medio; nuestro público objetivo más motivado son y serán los niños, aunque también hay un grupo de señoras que tejen que se llaman “Las artesanas de Puerto Gala” que podrían interesarse.
Además, estamos invitadas con cartón en mano a participar del Bingo bailable a beneficio de la Gira de estudios que se realizará el próximo sábado en el gimnasio; momento en el que sin duda realizaremos una presentación para invitar y difundir el proyecto.
Sayén, según la Nela, no gusta de la escritura. Pues entonces observo y afirmo que el texto no tiene como gesto originario único el empalme de un lápiz que avanza sobre una hoja. No. El texto, para personas como Sayén, puede aparecer en el juego del Cadáver exquisito (sobre todo la versión de la juguera). El relato, sin duda, no es solo texto.
Más que obvio, el relato anda suelto y se encarna en variados formatos. Amén por el rescate oral y visual.
Blanca, la presidenta de la junta de vecinos, lleva seis años viviendo en Gala, es muy simpática y está llenísima de energía. Ella y su hombre (Andrés, quien lleva 16 años acá) son personas despiertas, muy conscientes del potencial turístico de Gala y de los vicios de su gente. Son apañadores y aman su puerto, de modo que buscan lo mejor para su gente aun cuando critiquen ciertos puntos. Desde aquella disposición nos ofrecen ayuda en todo mientras conversamos tomando mate y comiendo sopaipillas sentados en su living.
Dentro de la conversación se afirma que el principal problema galense es el tema de la basura. Acá hay mucha y en muchos lados, sobre todo latas; objetos que no desaparecen como el resto de los residuos que normalmente se queman. Además de lo anterior, también se afirma aquello de que en Gala existe un memoria constante respecto de la gente antigua, de los primeros pescadores, etecé. Entonces, tanto Blanca como Andrés, nos mencionan ciertas intenciones de plasmar aquella historiografía de algún modo así que con Sofía decidimos fanzinearlo todo: los presidentes de la Junta de Vecinos; los pescadores antiguos y sus historias.
Es fundamental mencionar la importancia de la presidencia de la Junta de Vecinos. Acá en Gala no hay carabineros, tampoco alcalde ni ninguna autoridad pública; excepto el presidente de la Junta de Vecinos. Éste actúa como mediador y representante, así como autoridad local y líder. De modo que reunir a estos personajes es importante para el museo.
Por otro lado, Blanca, quien también forma parte de las Artesanas de Puerto Gala, nos dice que para convocar a las mujeres lo mejor sería reunirlas en el colegio antes de que sus niños salgan de clases. Debido a esto dejamos tentativamente el miércoles de 14 a 16.30 horas para el desarrollo del taller de textiles.
Mirta es una mujer pequeña pero de gran presencia. Debe medir, no sé, no más de un metro y medio de altura, pero de energía sobrepasa notoriamente las distancias. Ella vive hace muchos años en Gala y conoce bien sus historias. Esto se debe no solo a su tiempo en la zona, sino también a que, entre otras cosas, es curandera, poeta, artesana y, como si fuera poco, canta rancheras con un vestido rojo de lentejuelas (detalle que amamos).
Con Mirta nos reímos buen rato. Ahí, en su casa, también conocemos a su hombre y un par de amigos, todos pescadores, todos buzos. Ellos nos muestran y regalan algunas conchitas que han recolectado y que nos pueden ser útiles para los talleres, sobre todo las grandes que sirven para hacer, por ejemplo, terrarios. Además de esta idea, también nace la de juntarse en casa de Mirta a hacer otras reuniones del tipo taller textil. Esto se debe a que ella tiene una parálisis en la mitad del cuerpo que, aunque tiene bastante movilidad, no le permite transportarse con soltura por las pasarelas de las islas.
Luego de tan agradable visita nos dirigimos donde Lili, la manipuladora de alimentos de la Escuela. En su casa nos recibe su familia e inmediatamente métale mate y conversa. Ahí ella nos muestra sus tejidos con lana. Está haciendo cojines y pretende venderlos.
Aquella motivación nació de un taller de telares que hicieron hace no mucho tiempo. En él varias mujeres participaron y quedaron entusiasmadas con la técnica y con aprender otras nuevas. Eso alegra mucho a Sofía ya que quiere compartir conocimiento. No solo ella enseñar lo que sabe, sino también aprender.
Lili, como ha ocurrido en general, nos alimenta abundantemente. Para nuestra fortuna en casa de Lili había un amigo que los visitaba, él andaba en panga y justo iba a ir a comprar donde Claudio, nuestro vecino; así que el amigo nos llevó amablemente a la puerta de la casa.
Visitamos también a Marita, la parvularia, quién amablemente nos prestó su plastificadora (yo que me pasé dos meses pensando que mala idea era hacer carteles con la lluvia que hay, y finalmente encontré la solución!), también quedamos de acuerdo con el jardín, de hacer un taller los jueves en la mañana. Participan los 4 niños del jardín. A la Krisna ya la conocimos porque es hija de la Lili, una niña que desparrama energía por todas partes y que nos pregunta cuándo vamos a hacer revistas y regala dibujos.
Seguimos pensando cómo hacer ver que algo estaba pasando en la isla.
El Andrés nos dice que no pasemos desapercibidas, que eso es lo peor.
Entonces se nos ocurrió preguntarle cosas la gente de la isla, pero preguntarlo en el espacio público. Si un Museo investiga, nosotrxs empezamos nuestra investigación con preguntas: ¿Qué es gala? ¿Dónde está gala? ¿Cómo es gala? ¿Por qué gala? ¿Cuándo gala? (esta es una de la que más nos gusta, tomando en cuenta el abandono que siente la gente de Gala). Queremos que las respuestas se reflejen en el museo… pero también queremos que sepan que estamos aquí y estamos haciendo algo, y que su participación es fundamental.
En el Gran Bingo Bailable, que es pro fondos de la Gira de estudios de la Escuela, nos encontramos con buena parte de los habitantes de la Isla: unas setenta personas. El ambiente es divertido, bien familiar al mismo tiempo que bien lanzado. Hay de todo para todos. Niños jugando por doquier, pescadores bebiendo por doquier, familias (y todos en realidad) jugando bingo sin parar y gran expectación por saber quién ganará el premio mayor: 140 lucrecias, y en efectivo mierda!.
En el primer intermedio de los juegos del bingo nos dan un espacio para presentar el proyecto e invitar a la comunidad a participar. En esa instancia Sofía toma la palabra y da a conocer los aspectos centrales de la Residencia recalcando que los talleres no son solo para niños y mujeres, y que no solo estaremos disponibles para ellos en los horarios establecidos, sino también podemos y estamos abiertas a recibir ideas y aportes en cada momento que nos sea posible.
Luego de esa pausa el bingo sigue. Cada cual tiene su premio predilecto. El de Sofía es una procesadora de alimentos y el mío un equipo de música. Ambas comentamos que si nos ganamos algún premio en dinero no lo recibiremos, sino, por el contrario, nos rajaremos con todo para aportar a la causa. Lo bonito y sorpresivo de todo esto es que Eduardo, nuestro compañero de casa, se ganó la procesadora tan anhelada por Sofía y, ¡chan! Sofía ganó el premio mayorrrrrrr! que nos reímos, y por muchos motivos. Primero porque era muy inaudito que se ganara el premio mayor, sin embargo sucedió. Segundo porque tenía que cumplir su promesa de donar el dinero y efectivamente lo hizo. Pero, tercero, antes (mientras jugábamos los otros premios), entre broma y broma, Eduardo y Sofía acordaron que si ella se ganaba el premio mayor entonces Eduardo le iba a dar a ella su procesadora a cambio de 40 lucrecias para él y 100 lucrecias para la Gira de estudios y ¡chan!
Profecía cumplida.
Precioso porque todos felices, Eduardo con sus 40 luquitas, Sofía con su procesadora y la Escuela con una donación extra. Flor de bingo.
Parece que la semana rindió fruto porque cuando llegamos nos encontramos a Olga quien nos había ido a buscar porque la gente estaba preguntando el horario de los talleres. Aquí el principal medio de comunicación es la radio (no fm, sino estilo walkie talkie), la Karina nos ayudó a mandar el mensaje, se pone el handy en el canal “neutro” 16: “atención estaciones de puerto gala, atención estaciones de puerto gala, atención estaciones de puerto gala, este es servicio país (como se identifica por radio la kari) que pasa al canal 10 a extender invitación para participar de las actividades de la residencia de arte, se va a dirigir a Ustedes Sofía Dannemann”. Esto se repite dos veces y después hablé yo.
…Mientras que empiezan los talleres, mientras tanto, y mientras el sol lo permita (en este pequeño intervalo entre las lluvias), seguiremos difundiendo lo más posible donde la gente nos vea.