Volver al Valle de Esquiña a cerrar los procesos fue muy gratificante, era el momento de despedirnos del pueblo y la gente que habíamos conocido durante el proceso de residencia, también coincidía con la festividad andina de carnaval, donde los pueblos de la zona agradecen a la madre tierra por sus dádivas y piden un año de abundancia en sus cultivos. Fueron días de compartir con la comunidad, festejar y aprender más sobre su cultura y a su vez buscar un espacio para proyectar y entregar los trabajos que se realizaron en conjunto. Es impresionante como todo lo árido se había cubierto de pasto y flores, el paisaje era distinto, se tornaba de colores y era la preparación para el comienzo de una intensa semana.
En la localidad, quien guía la celebración es don Gregorio Guaglia, fabriquero de la iglesia, junto a los alférez que en esta ocasión eran la señora Daisy y su esposo Javier, a quienes conocíamos anteriormente de la festividad “Santa Cecilia” en Cerro Sombrero, a la cual asistimos con Claudia e Ivo de del proyecto de Residencia “Historias y desplazamientos de Nueva Esperanza”. El día domingo iniciaba la festividad con la bajada de “Mateo Carnaval” desde su casa ubicada en el cerro, y de allí no parábamos hasta el día martes challa, que es donde se preparan adornos (pillos) con hojas de choclo, flores y frutos en comunidad, los que posteriormente serán colgados en la iglesia y campanario. También en esa misma instancia nos enterábamos que la postergada re construcción del calvario santa Ana se realizaría el sábado próximo, lo que era una linda forma de poder contribuir a la comunidad que nos acogió, antes de partir definitivamente del territorio.
Paralelamente a esto, el libro “Procesos Comunitarios del Valle de Esquiña” seguía en desarrollo, y el desafío era entregarlo el domingo antes de partir de Esquiña, la comunidad esperaba con ansias este material que mostraba las características importantes de su localidad, que había sido construido a partir de fotos familiares y relatos de las personas más longevas del pueblo. Sin embargo el proceso no había sido fácil, ya que hay un concepto de libro preestablecido en el imaginario de las personas y allí estaban puestas las expectativas.