BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Proyecto Ayni Camarones - Esquiña e Illapata, Arica y Parinacota - 2018 Residente: Patricia Albornoz Ramírez (Patiperra Audiovisual)
Publicado: 16 de enero de 2019
Sahuara: Un paseo por su patrimonio cultural

Para ir concluyendo esta serie de entrevistas que darán pie a un relato conjunto sobre los caminos troperos, que conectarán a personas de Esquiña, Illapata, Pachica y Sahuara, me faltaba una persona que era esencial en este proceso, la señora Peregrina Condori, que es prácticamente la única persona que aún recorre el camino tropero entre Sahuara y Esquiña. Es además una persona muy apreciada en la comunidad por su compromiso en las actividades que se realizan , tengamos en cuenta que en las dinámicas de antaño, era habitual caminar entre pueblos, para asistir a la escuela, regar la chacra, intercambiar mercaderías, etc.

Con la señora “Pele” como la llaman de cariño, ya habíamos compartido y conversado en otras ocasiones, pero siempre con la cámara apagada, ella estaba al tanto de que para este relato era fundamental contar con un representante de Sahuara, y quién mejor que ella.

El día martes, don Dagoberto me pasó a buscar para ir a la localidad de Sahuara, donde él realizaría un trabajo con los hijos de ella, y yo podría aprovechar dicha instancia para grabarla.   Llegamos a eso de las 11 am. Ella estaba en su huerta de frutales, regando, y como siempre nos recibió amenamente.   Mientras don “Dago” y los hijos de la señora “Pele” se iban a realizar el trabajo, yo me quedé colaborándole en la preparación de la comida, le comenté que quería tener su relato y que si ella accedía esa era la oportunidad, pues es difícil movilizarse hasta Sahuara, y el tiempo de residencia que nos resta es poco.

Así fue que nos instalamos en su cocina y me comenzó a contar sus experiencias en los caminos troperos, los que empezó a recorrer desde los 22 años, cuando se casó.  Me mencionó lo complejo de dicha dinámica y cómo en algunas oportunidades tuvo que transitar sola de noche, o bajo la lluvia, junto a su marido y cargando a su guagua en la espalda, fueron probablemente 20 minutos en los que ella se explayó compartiendo su experiencia, para aportar a esta pieza audiovisual colectiva que busca conectar a las localidades de forma simbólica.

No  fue solo la grabación, fue un conjunto de elementos que se hicieron presentes ese día en Sahuara, nos mostraron diversos objetos utilizados antaño, como las “Angarillas” que es un armazón de varillas que colocaban en el burro para cargar la fruta más delicada o en la mayoría de los casos, subir ahí a los niños para que no se agoten en las largas caminatas, también nos mostró un antiguo molde trenzado en paja para elaborar quesos, o pudimos compartir el almuerzo, donde agregó la papa chuño, que es parte del patrimonio gastronómico andino, igual que el infaltable maíz tostado o las deliciosas “kalatantas” para la once.     Así pasamos la tarde, compartiendo y aprendiendo de historias y objetos que fueron, y otros que aún son parte importante de las dinámicas cotidianas de los pueblos.

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