Cuando terminó la reunión con los tatas ilusionados, me devolví a Romeral otra vez con Miguel y la señora Cecilia. Se subió también al auto la señora María y su nieta. Ambas vivieron en El Peumal, pero hace un par de años se cambiaron a Romeral. En el camino, la niña de 12 años me comentaba que le gustaba acompañar a su abuela para visitar su antigua escuela y estar en El Peumal porque le trae recuerdos de infancia. Me dijo que me mostraría su ex casa que queda a orilla de camino, en el sector de San Ramón. Cuando pasamos por fuera, la niña me muestra su casa y me dice que desde ahí se puede ver “la cara del mono” y también “al puma” o “perro”, que era algo que siempre hacían con su mamá, entonces la abuela y ella me la mostraron desde la ventana del auto.
Paralelo al camino (la j-59) está la montaña y entre sus cumbres se forma un perfil acostado que mira al cielo, se ve clarito! Y debajo de la “cara del mono”, en la montaña misma, la masa de los árboles forma la figura de un animal, un perro o puma, pero con la velocidad del auto no pude verlo. En otro momento tendré que detenerme en el camino y mirar con atención.