Lo único que recuerdo de la semana del 19 de noviembre son los almuerzos y los viajes a Calama a buscar colaboradores al aeropuerto. Eran, esos dos momentos, los únicos momentos libres que teníamos. Pero no nos quejábamos tanto tampoco, había que enviar un grupo de gente a otro planeta, y no había vuelta atrás. Aceptamos el estrés y lo usamos a nuestro favor. En esa semana lo que hicimos fue:
Comenzar la construcción de una nave espacial
Grabar sonidos de la pampa
Hacer un partido de fútbol en Marte
Intervenir la radio local durante las elecciones presidenciales.