Estamos a 12 de noviembre y hay que hacer una película en un mes y medio. Reemplazar toda la reflexión por producción. Desde este momento hasta la fecha no ha habido un día en el que no trabajemos. Afortunadamente el pampino es generoso y se une a esta aventura, y encontramos justo aquí lo colaborativo: todos nuestros cercanos, cada uno a su modo, se unen en esta misión de sacar la película. Recordamos los primeros días en María Elena cuando nos hablaban sobre la familia pampina que se ayudaban entre sí para hacer lo que sea: si se formaba un mini-basural, iban todos a limpiarlo; si alguien se cambiaba de casa, entre todos ayudaban; si había un incendio, en dos meses se para la casa y quedaba impecable; si hay que hacer una película, la hacemos entre todos.
Por lo tanto, hacer esta película es lo mismo que cambiarse de casa, da lo mismo quien se cambia, para dónde, por qué o con quién. Estando en María Elena, alguien te va a ayudar, sin esperar nada a cambio.