BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Proyecto Kiosko: voces del Cerro La Cruz Valparaíso - Cerro La Cruz, Valparaíso - 2017 Residente: Teatro niño proletario
Publicado: 13 de noviembre de 2017
Encuentros para los Laboratorios Sonoros

Llegué a Valparaíso.

Tal como acordamos, subí el Cerro La Cruz para juntarme con Rosa en la sede vecinal. Como llegué antes, usé los contactos que me habían enviado vía WhatsApp para acercarme a los vecinos. Llamé a Clara para pedirle las llaves de la sede. Ella no estaba, así que me pidió que fuera donde Aurora, “a la vueltita”. Como no me abría la puerta y no había timbre llamé a Katha, una de mis compañeras residentes, quien me aconsejó que llamara a Elena, que vivía al frente. Al segundo ring me contesta y, tras saber que estaba ahí mismito, salió de su casa para ayudarme. Le pegó un solo grito a su vecina desde afuera de la reja. Salió un señor de edad a mirar, y haciendo un gesto desapareció. Al ratito, sin embargo, sale Aurora a recibirnos, y me comenta que “unos chicos dentistas” tenían las llaves. Ya me veía media perdida en mi aventura, pero se ofreció a buscar conmigo.

No es extraño que los vecinos del cerro se ofrezcan a acompañarnos y ayudarnos en nuestras actividades, y menos aún, que nos dirijan de una casa a otra para solucionar los baches que se nos presenten. A mis compañeros los llevaron personalmente y «puerta a puerta” para retratar a los habitantes y sacar las fotos para el álbum familiar del cerro.

De hecho, la voluntad es tal, que no solo responden a nuestras preguntas, participan activamente y difunden las actividades, sino que nos invitan a sus casas a almorzar, a tomar once, a conocerlos. Quieren que sepamos sus historias, qué hacen, de dónde vienen, la infancia que vivieron en el cerro, sus experiencias de antes y después del incendio. Tanta confianza y cercanía es abrumadora, la deuda es grande, y la exigencia aún mayor.

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