Es el mediodía, camino con el mapa (en proceso) enrollado desde Mandrágora hasta el comité Juventud 2000 que está en la verdadera punta del cerro de Viña del Mar, Achupallas, Manuel Bustos. Desde ahí se ve el océano fundirse con la costa y el cielo fundirse con el océano. También el centro de Viña se funde en una nube de vapor.
Hay una bandera chilena un poco rota flameando y una puerta sin muros.
Hace calor y tomo un camino secreto que me enseñó Pancho de Mandrágora. Un atajo que ofrece la flora, los innumerables cuarzos y los colores de la basura. Por este camino de angosta inmensidad no me cruzo a ningún ser humano. Llego solo hasta la inmensa antena y según las instrucciones debo doblar hacia la izquierda.
El comité juventud 2000 está en la aldea de los hobbits, su belleza es de otro tiempo. Es un área protegida por los espíritus del cerro, lo único que no es silencio es el viento. Lo único que es primordial es el agua. Los insectos vienen aquí a dormir la siesta. Flavia me recibe muy amablemente, desplegamos el mapa en la mesa e intercambiamos nuestros números de whatsapp.
Por Elías Santis.