El día 03 de Enero retomamos nuestra labor como residentes en la región de Arica y Parinacota, con mucha motivación, entusiasmo, pero también algo de nervios, por que se venía una actividad de gran importancia y que para mi representa la esencia de una residencia de arte colaborativo, la re construcción del calvario de San Santiago, que es un elemento patrimonial importantísimo, y que además el proceso dependía absolutamente de la articulación comunitaria y de la involucramiento de los Esquiñanos que viven en la localidad, y los que residen en Arica.
Ese día nos reunimos con la directiva de la junta de vecinos para organizar las compras de la alimentación, las que serían un aporte en conjunto entre las residentes y la comunidad, mientras veíamos las opciones para subir a la localidad el día viernes, pues ese día no hay transporte público. Luego de definir las compras que se realizarían, la Señora Victoria Mamani (Tía Vicky) llamó al alcalde para ver si podía facilitar un vehículo que nos llevara a la localidad, a nosotras, don Gregorio Guaglia (fabriquero) y a Freddy de la localidad de Sahuara. La respuesta de esta petición sería dada al día siguiente, mientras tanto nos íbamos al Agro a realizar las compras para los dos días de trabajo que nos esperaban.
El día viernes recibimos la respuesta positiva sobre el vehículo municipal, y a las 20:00 hrs. Iniciamos nuestro viaje a la localidad, esa misma noche, a las 11pm.nos reunimos en la iglesia donde don Gregorio guiaría “la asentada de la chulla”que es una ceremonia para pedir la protección y parabién en las jornadas posteriores de trabajo, para ese entonces en la localidad éramos 10 personas, y al día siguiente se esperaba llegaran más.
Al día siguiente me sumé a la actividad andino religiosa de “Las glorias” a las 6:20 am. En el lugar ya se encontraba don Gregorio y don Dagoberto, esta actividad es parte de las dinámicas ancestrales que se realizan en la localidad, la que implica el sacrificio de un cordero que posteriormente será cocinado para la hora de almuerzo y sus huesos quemados luego de esto.
Así fue que poco a poco fueron llegando las personas para dar inicio al ritual de “las Glorias” y posteriormente compartir el desayuno en comunidad, para partir la labor de construcción en el cerro, y de preparación de alimentos en la sede vecinal. La articulación de la comunidad presente se fue dando de forma natural, sin muchas instrucciones todos sabían muy bien lo que tenían que hacer, todos éramos parte de este Ayni.