La señora Otilia y su esposo Pablo pertenecen a la Comunidad Mapuche-Huilliche Reñinhue. Ella es su presidenta, quien dirige y transmite la voz, la fuerza.
Ambos son de origen huilliche, nacidos y crecidos en Chayahué-Punta Auco, donde hoy continúan viviendo junto a sus dos hijas y dedicándose por completo al trabajo del mar y de la tierra, a la agricultura.
Nos reunimos una vez más con ellos, en su casa, para pasar una maravillosa tarde de conversación. Ambos aceptaron ser parte de nuestro video, más allá de que con toda la comunidad de la que forman parte no pudimos este año trabajar. Esto, debido a que es temporada alta para ellos, por lo que no tienen tiempo, lo cual hablamos con la señora Otilia hace un tiempo quien honestamente me lo comunicó, pero mencionando que si nos siguiéramos viendo ya que de alguna manera ella quería colaborar y transmitir sus conocimientos. Así que fuimos a grabarles el viernes recién pasado, a matear, a conversar, convirtiéndose en una bella tarde de historias, de encuentros, de memorias, de lucha.
La comunidad de Reñinhue es la única de las comunidades huilliches del sector que ha realizado hasta ahora, acciones contra la extracción de recursos naturales y los abusos de las empresas. Ellxs han realizado demandas y solicitado también la recuperación de derechos sobre el mar para su protección ambiental, aplicando leyes indígenas. Ellxs son quienes defienden el territorio, esa es su bandera de lucha, y por lo mismo, querían compartir con nosotros esas historias de cara a que se conozca y se tome conciencia sobre nuestro medio ambiente y el futuro que nos espera.
Su invitación: no pensar sólo en lo inmediato, en lo fácil y rápido. A no aplicar el “pan para hoy, hambre para mañana”. A conectarse con el mar y con la tierra. A conectarse con nuestros ancestros, con el río, a sentir… Tarde de viernes maravillosa que se nos pasó volando. Tarde de historias personales y colectivas, de poder, de sueños, de conexión, de lucha por un mundo mejor, que me transportaron a lo más profundo de mi niñez y de mi interior. Tarde que me llevó a aquella época de unión espiritual con las estrellas, la cual siento estar retomando en este lugar y para lo cual, Otilia y Pablo son los mejores maestros.