Recibimos con susurros a las abuelas y abuelos, a las mamás y papás, los apoderados, vecinos, y a todas y todos los invitados que quisieron y pudieron estar en la convivencia de tesoros. Desde el colegio nos tenían preparado un acto. Vicente y la señora María Gabriela con canto y guitarra, y las niñas y niños del 5to-6to nos mostraron un baile. Luego fue nuestro turno.
En esta convivencia de tesoros jugamos a los roles. Dejamos de ser apoderados, profesores, estudiantes, y nos convertimos en Exploradores de Tesoros, Guardianes de Tesoros y en Cazadores de Tesoros.
Los exploradores eran nuestros cómplices – los niños y niñas de 3ro a 6to- y en el momento indicado sacaron sus herramientas (lápices) que estaban escondidas debajo de sus sillas. Nosotros nos instalamos con las bicicletas llenas de aviones de papel en los canastos, para que los exploradores las recogieran y así fueran a explorar los tesoros que los guardianes de tesoros conocen.
En ese momento los guardianes compartieron sus saberes con los exploradores y anotaron los tesoros en estos avioncitos de papel.
Los cazadores de tesoros ya estaban preparados y en posición de cazadores con sus herramientas de cazadores, capturaron los aviones de papel que lanzaron los exploradores. Y después de cazar los tesoros, los compartimos en comunidad. Los lápices y aviones quedaron libres para escribir más tesoros, todos los que quisieran, y los exploradores y cazadores siguieron haciendo su tarea durante la tarde.
Y compartimos tesoros, historias, churrascas, mates, y tortillas con pebre, y canciones, bailes, y susurros y paseos en bicicleta.
Fue bellísimo lo que ocurrió esa tarde.