La verdad es que fuimos muy afortunadas, ya que desde la primera reunión con Romina, la directora de la escuela, nos dio todas las facilidades: tres tardes de la semana con los niños para desarrollar el proyecto editorial del Museo. Además, nos prestaron un rincón de la biblioteca para armar un pequeño espacio de trabajo, en el cual montamos una pequeña exposición de fanzines y textiles. Y además! nos prestaron la escuela para trabajar los textiles con las mujeres…
Hemos estando yendo todos los días, lo cual no sólo nos permite trabajar con niños: también es un punto de encuentro para la comunidad… así que con esta buena suerte empezamos esta semana el laboratorio editorial con los niños de la escuela:
Primera sesión: Introducción al Museo y al fanzine.
En el taller hay niños desde los 6 hasta los 13 años. Pensamos que una buena experiencia sería mezclar lo que más les gusta de Gala con un fanzine rápido. Explicamos que a través de esta actividad tendremos una primera respuesta a la pregunta ¿Qué es Gala?, ya que el territorio se construye a partir de las visiones de los que habitan estas islas.
También introdujimos el concepto de lo fantástico (entendido como la incorporación de elementos mágicos dentro de la realidad sin que uno perturbe al otro; sino por el contrario, que conviven en perfecta armonía. Tal como en el Realismo mágico), enfatizando que Puerto Gala es un lugar absolutamente especial y llenísimo de características, lugares, personajes y posibilidades fantásticas.
Entonces les preguntamos: ¿qué es lo que más les gusta de Gala?, les pedimos que respondan en post it para ir armando las respuestas en la pared. Bañarse en el mar, las montañas, la naturaleza, “la lluvia porque la encuentro única y triste, el viento que mueve los ojos de un lugar a otro, bailan con el viento” (de Paz, una alumna de octavo, poeta), Playa Bonita, los botes, “las mujeres y el fútbol” (de Maicol, un niño de 6to que insiste en el tema de las mujeres…).
Después de eso introducimos el fanzine: un plegado simple para hacer un fanzine, les dijimos que el tema tenía que ser a partir de lo que más les gustaba de Gala. Algunos siguieron con el tema y algunos lo cambiaron, no nos importó mucho, ya que en realidad queríamos saber qué iba a hacer cada uno. Las más grandes le dan a la poesía: la Anakena describe poéticamente el paisaje de la isla, la Paz habla de un amor de ojos oscuros que comparte su gusto por Coldplay, la Alison no quiere mostrarme lo que hizo (y no la vamos a obligar, de poquito vamos agarrando confianza). Esto nos favorece ya que la Pía es conocedora de poesía y puede guiarlas en su proceso. Varias niñas más chicas hacen fanzines sobre la naturaleza, la Anto –una niña muy dulce- cachó al tiro toda la magia del fanzine: dibuja diversas especies que encontramos en Gala (incluyendo el coliflor, que confunde con el colibrí, y que a pesar de la confusión, termina siendo un gran dibujo) y cuando termina le incluye pestañas plegables y stickers… no quiere dejar de trabajar (hoy día cuando llegamos al colegio nos mostró que ya hizo otro fanzine con un formato que ella inventó, una fanzinera de corazón). Los niños más chicos se entusiasman con el comic: David incluye la teoría de la evolución en un comic titulado: “El pez que le salieron pies” (quedó muy bueno!), Josep es un poco más lento en el dibujo pero muy minucioso con su comic “Las aventuras de Limo” y se lo llevó a la casa para terminarlo, hoy día seguía dibujando súper detalladamente. El Maicol insiste con el tema y titula su fanzine: Me gustan las mujeres, aunque no desarrolla mucho el tema y el fanzine queda incompleto.
Segunda sesión: Dibujo y relato colectivo.
Luego del almuerzo iniciamos la segunda sesión del taller con los niños. Para esto comenzamos explicando qué es un monstruo o ser fantástico y luego desarrollamos el ejercicio del Cadáver exquisito de monstruo colectivo. Esta acción resulta bastante bien. Todos participan activamente y se sorprenden al abrir sus hojas y descubrir la forma de sus seres, a los cuales además le ponen nombre. Posterior a este ejercicio iniciamos la creación del ser fantástico propio.
Algunos niños reconocen rápidamente el monstruo dentro de su imaginación, pero otros se dispersan. Entonces decidimos resolver la desconcentración creando una historia del ser fantástico personal. Y nuevamente algunos avanzan pero varios otros se dispersan sin parar.
Debido a que los que estaban dispersos se bloquearon y no podían desplegar su creatividad ni encontrar un nombre o una calidad o una acción para su monstruo, con Sofía decidimos escoger un solo ser fantástico de los creados por los niños y crear colectivamente una historia de él. El ser escogido es un Gato Robot llamado RoboCat. Para desplegar la historia del gato nos sentamos en el suelo y yo les explico que para la creación de un relato existen tres aspectos básicos a desarrollar: un contexto y su atmósfera, un personaje principal y una acción a desarrollar de ese personaje en aquel contexto. A partir de esos tres ámbitos iniciamos un brainstorming donde los niños van desarrollando el relato. Luego notamos que nuevamente hay varios niños dispersos o aburridos o bloqueados, entonces decidimos separarnos en dos grupos: relatores y dibujantes.
Los relatores se van conmigo a una sala y con todos los aportes del brainstorming iniciamos la escritura de la historia de RoboCat. Los dibujantes se van con Sofía y hacen lo mismo pero ilustrando. Es resultado, como la sesión en general, estuvo medio disperso así que con Sofía decidimos que nosotras editaremos la historia y los dibujos e igual haremos un fanzine con aquello. Total, de todos modos es un ejercicio colectivo en el que los niños entregaron los elementos para desarrollar el relato de un ser fantástico con nombre, cualidad y acción.
Esta segunda sesión nos lleva a conclusiones importantes: hay que mantenerse haciendo, hay que captar la esencia de cada uno para ir guiándolos personalmente según edad e intereses, y sobretodo, ir produciendo resultados concretos, tal cual como en la primera sesión, en el que todos quedaron muy felices, para evitar que se vayan dispersando. El trabajar con niños de distintas edades es un desafío: en algunas actividades los chicos terminan muy rápido, y en otras los grandes hacen lo mismo, pero de a poco le agarramos el ritmo.