Al fin iniciamos nuestra residencia de este año titulada Cruzar el paso….
Como novedad, hemos venido por primera vez en auto, viajando desde Santiago hasta el territorio, Pargua, en la comuna de Calbuco. Este año como compañero de trabajo ha venido Sebastián Venegas, alias “compita”, quien estará todo el tiempo en el territorio y quien ha manejado las largas horas de recorrido que nos separan desde la capital al punto en que Chile comienza a fragmentarse. Calbuco, el lugar de las aguas azules, es el primer archipiélago chileno si miramos desde el norte, y es aquí donde este 2018 estaremos con la comunidad trabajando.
Si bien el viaje fue largo y agotador, de hecho nos tomó día y medio, llegamos felices a nuestro nuevo destino. La cabaña en que estaremos está en pleno campo, en el sector de Pargua alto, una zona rural algo perdida desde la que escuchamos sobre todo a las aves que nos visitan. Desde el patio observamos el mar y parte de la cordillera con una vista hermosa, solo transgredida como siempre en la Región de Los Lagos por una salmonera y una chorera que parece que nos miran y se burlan… Ya hablaremos de ello, ¡aquí tenemos tema para rato!
Por último como inicio de esta bitácora, solo decir para nuestra alegría, que Pargua nos recibió con un bonito arcoíris de bienvenida.