En la medida que trabajamos las tardes junto a los jóvenes del liceo, las mañanas son de producción y organización.
Como si fuese un relevo, dejamos a Diego Aguilar y recibimos a Valeria Hofmann, colaboradora quien acompañará en las misiones de esta semana:
María Elena celebra su aniversario, y nosotros ponemos el lente para registrar como si fuera la fiesta de despedida de María Elena. Nos apañan en esta intervención los animadores del festival, quienes gatillan frases y menciones en vivo para la película.
Junto a un reducido equipo viajamos al Balneario Coya Sur, para simular una bajada de la nave en el puente que cruza el Río Loa.
Viajamos junto a Valeria para dar con la locación de una de las escenas de mayor producción de la película: subida a la nave y amanecer en otro planeta. Nos acompañan, días más tarde, un bus lleno de pampinos y pampinas de todas las edades: nos juntamos a las 4 de la madrugada del domingo y esperamos el amanecer en pampa abierta mientras vemos en nuestra cámara el momento exacto del futuro. Fue momentos como este con el que soñábamos cuando hablamos (en bitácoras anteriores) de mover una montaña. Ver un bus en medio de la pampa, a más de 20 personas vestidas como astronautas, creemos que la montaña ya se está moviendo.
Sexto taller del liceo: ya estamos en curso de los primeros rodajes junto a los alumnos y alumnas, que ahora toman el rol de directores, productores, sonidistas y realizadores.