Luego de vivir la emoción de visualizar cómo a través del encuentro performático se transformó la comunidad de mujeres de Isla del Rey, comenzamos la última etapa de la residencia: el montaje audiovisual.
Fue una decisión imperativa desde el comienzo de las performances la necesidad de un registro audiovisual activo que formara parte del acontecer, y que permitiera la permanencia en el tiempo de lo que sucediera en cada encuentro. Consideramos muy relevante para el cierre de esta experiencia la realización de una obra audiovisual que dé cuenta de las experiencias performáticas en las casas, de la participación de las mujeres, y del encuentro colaborativo que sucedió en cada una de ellas.