Nos levantamos temprano para preparar lo que sería nuestra plataforma de interacción con la comunidad, el Panel Interactivo hecho de cajas de fruta.
A vaivenes de esquina a esquina, llegamos con la torre de cajas.
Pocos imaginaban que en cosa de minutos, ese pequeño caos se lograría reorganizar para levantar esta estructura interactiva.
Con pizarras dispuestas aleatoriamente sobre el muro, trazos y palabras locales, se plasmaban entre paseos y gritos, frutillas y rábanos, miro o no miro.
En ellas encontramos que a ratos lo escénico resultaba ajeno y desconocido, para otros, un juego interesante, móvil y flexible.
Bernardita