Cuando se inicia un proyecto como este, un trabajo que se vincula con la comunidad, el horizonte de posibilidades es tan amplio que abruma. ¿Qué va a resultar de todo esto? ¿Cómo será el proceso? ¿Y la vinculación con los habitantes? ¿Se van a interesar? Todas estas son dudas que abundan y rondan al inicio. No queda otra que entregarse al momento, ir a conocer el lugar y a sus habitantes (Cerro La Cruz de Valparaíso), leer y hablar…conversar mucho, hasta que comienzan a brotar solas las ideas. Eso fue lo que hicimos. Nos reunimos con el equipo regional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a conversar, visitamos el Cerro La Cruz, hablamos con un grupo de mujeres que estaban reunidas en la sede de la Junta de Vecinos y salimos a caminar para pensar la propuesta de proyecto que desarrollaremos en esta residencia.
Dicen que caminando se activa el pensamiento. “Caminar invita a pensar e imaginar con frescor, temple airoso y libertad”, así elogia el filósofo Walter Benjamin al caminar sin rumbo.
Caminamos entonces varias horas por Valparaíso mirando el mar y los cerros. “Podríamos hacer una revista, un museo a cielo abierto, un programa de radio…” decíamos mientras subíamos y bajábamos escaleras. Lo mejor es dar rienda suelta a esta lluvia de ideas, dejar que llueva torrencialmente no más. Hasta que de pronto, surge un concepto que hace sentido totalmente, que calza, como si estuviéramos armando un puzzle y encaja una pieza correcta. Esa sensación tuvimos cuando apareció el Proyecto Kiosko. Ésta es nuestra propuesta para trabajar en las próximas doce semanas:
Desarrollar una instalación junto a la comunidad del Cerro La Cruz, que tendrá la forma de un Kiosko de barrio, en el que se expondrán historias, identidades, cuerpos y exploraciones del territorio, con el fin de generar un proceso de reconocimiento de memorias, historias locales y una mirada crítica de su situación actual.
Diseñaremos una metodología de exploración de un territorio, que reúne herramientas de las artes y la investigación social, con el fin de rastrear el patrimonio intangible y tangible del Cerro la Cruz. Esta metodología tendrá forma de laboratorios creativos que se desarrollarán junto a los vecinos y vecinas.
Buscaremos explorar, junto a la comunidad, la tradición de los kioskos como espacios de encuentro y circulación heterogénea de una comunidad.
El primer desafío es compartir esta idea entre los vecinos y vecinas del Cerro La Cruz, a ver qué opinan, qué modificarían y cómo se apropiarán del proyecto. En ese proceso estamos…ya les iremos contando.