BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Pasajero, ser humano Pelluhue, Maule - 2018 Residente: Katherine Guerrero
Publicado: 26 de noviembre de 2018
Agua y fuego

Aguas para lavar y fijar…

Un fuego para Teñir…

Un fuego para comer…

En Cardonal con algunas de las artesanas, tejedoras y recolectoras del mar quedamos de reunirnos hoy en la casa de la Tía Lucila para comenzar a dar forma al tejido de saberes. Hemos estado realizando encuentros con las artesanas, y entre estas conversaciones nos cuentan que ellas tejen porque les gusta, que ya es algo que tienen integrado en su forma de vida desde hace muchos años. También nos cuentan que creen y sienten que el trabajo del tejido no es valorado, por esta razón muchas de ellas tejen más para ellas que para vender sus objetos, que antiguamente en su mayoría eras calcetines, gorros, chalecos de lana de oveja, pero que sin duda los calcetines de lana de oveja eran los que más se tejían. Nos cuentan que hoy en día el mercado, principalmente chino, peruano y ecuatoriano, ha desplazado sus productos haciéndoles perder valor, ya que la entrada de estos mercados es masiva y mucho más fácil de adquirir por sus bajos precios. Por esta razón muchas de ellas ya no tejen con el mismo sentido que en los tiempos antiguos, con la comunidad proponemos realizar actividades en la cual se utilicen diversas técnicas, utilizando lana de oveja de diversos colores y también hilos, proponiendo una creación textil donde la comunidad se refleje así misma en cuanto a sus tradiciones y entorno.

La Tía Lucy ofreció su casa para ir a teñir lana natural de oveja que compramos la semana pasada en Cauquenes. Llegamos a la casa de la Tía Lucy que tenía todo dispuesto para comenzar a teñir, una cocina a gas, 2 fondos, un mesón y baldes para poder ir lavando la lana antes y después de teñir. Comenzamos inmediatamente ya que la Tía Lucy decía que es mejor hacer todo rápido antes de perder el hilo. Tomamos las lanas hiladas de las cuendas  y el vellón lo separamos en montones para comenzar a lavarlo y posteriormente ir tiñendo de diferentes colores, teníamos en nuestra mesa diversos tintes para ir eligiendo y combinando.

Estos son los pasos que seguimos para teñir lana: el primer paso que hicimos fue lavar la lana de oveja natural en agua caliente con detergente, el segundo paso fue enjuagar la lana y sacar el excedente de detergente, el tercer paso es el teñido de la lana, en esta etapa teníamos sobre la cocina a fuego medio un fondo con agua caliente donde se agrega el color, utilizamos un polvo para teñir, se revuelve y se agrega la lana, se deja aproximadamente de 20 a 25 minutos hasta que hierve. Entre medio de este proceso, para fijar el color, agregamos vinagre blanco y sal. El último y cuarto paso es volver a enjuagar la lana de oveja en agua fría y estrujarla.

Cuando terminamos de teñir dejamos secando las lanas en una reja, justo corría viento y aún quedaba sol, mientras secan las lanas la Tía Lucy saca una masa que tenía lista para hacer churrascas, y todos los ingredientes para un pebre, prendió un fuego de la parrilla, y nos quedamos dando vuelta y vuelta las churrascas para que se cocinaran bien y no se quemaran con el fuego del carbón que estaba en la parrilla. Nos quedamos conversando y planificando nuestra próxima creación y el uso que le iremos dando a esta lana con la comunidad de Cardonal.

« Ir a residencia