La semana pasada definimos en comunidad los procesos y trabajos que debemos hacer para comenzar con la creación y producción del gran mural textil. Luego de definir el formato y cortar las respectivas telas de algodón que serán la base y los bordes, comenzamos a intervenir con la técnica de dropping (o goteo de pintura) los cuadrados de tela que formarán parte del ensamble del borde. Colectivamente nos rotábamos cerca de las telas tirando gotas o chorros de pintura pensando e inspirándonos en emociones, como un método reflexivo y trabajo en red, expresionismo abstracto en donde las formas se construyen en forma colaborativa. Cada persona tiene un rol en la obra final, ya que cada uno gotea un determinado color que debe ser de alguna forma equilibrado con respecto a los otros utilizados.
Mientras las personas estaban en este proceso, algunas pensaban en voz alta y mientras goteaban sus colores sobre la tela decían frases como: “sexo, amor y rock and roll”, “chao con mi marido”, “adiós con tu cuerpo”, “amor y alegría”, “chao alcalde”, “no más acarreo”, “no más abusos”, “respeten Baquedano”, “recuperemos el sentido de las organizaciones comunitarias”, “adiós chelita”. Fue un momento muy divertido y a la vez sanador para algunos, ya que podían decirlo a viva voz y sin miedo, dentro de un contexto de inspiración para gotear o chorrear la tela intervenida.
Junto a los niños intercalamos tiempos de juego al aire libre con lo que más les gustó hacer durante los distintos procesos: pintar con tiza en el suelo, y en conjunto crear diseños articulados como en la técnica del doodle colectivo, como también espacios para el diálogo y creación de trabajos manuales en red inspirados en sus emociones.