Al llegar a la isla nos llamó mucho la atención la forma geográfica de Quehui. Según algunos textos, la palabra provendría de la cultura huilliche y sería el nombre de un pequeño insecto que provocaba sabañones y que merodeaba el sector antiguamente, o también significaría “que tiene forma de hígado”. Nos quedamos pensando siempre en esta última interpretación, un territorio que tiene la apariencia de un órgano, un cuerpo vivo, con historia y caminos de memoria.
Decidimos confeccionar un lienzo para las Hilanderas el cual puedan poner en cualquier parte, a donde vayan y/o en su lugar de trabajo, y se los daríamos al finalizar la residencia a modo de regalo. Pensamos en muchas formas de realizarlo, inventamos letras en donde se leyera el nombre del proyecto, el nombre de la agrupación de artesanas, en fin. Al vivir en la isla nos enteramos de que este y otros sectores rurales de Chiloé tienen aún muchas personas analfabetas. Nos imaginamos que es por el poco acceso a la educación debido a las largas distancias que se tienen que recorrer para asistir a clases, o simplemente personas que por necesidad deben trabajar en la tierra y no pueden llevar a sus hijos/as a la escuela. Pensamos que quizás en este tipo de vida rural los saberes y conocimientos son otros y están estrechamente vinculados con la naturaleza, la tierra, los períodos de siembra y cosecha, el cuidado de los animales, las plantas, etc. Quizás saber leer no es una urgencia, no tiene por qué serlo. No tenemos certeza tampoco de que alguna de las Hilanderas no sepa, pero no importa, comprendemos el contexto de la isla y queremos que sea accesible para todas.
Comenzamos entonces a coser el lienzo. Tomamos una tela blanca cuadrada como fondo, para el territorio de la isla escogemos una de color negro con flores de colores, y los caminos con una tela brillante, para que se destaque. Todo está en relieve para que salga del formato plano y se distancie de lo blanco. Este lienzo de alguna forma manifiesta el Quehui de las mujeres, un Quehui que ha sido silenciado por las lógicas machistas que tristemente caracterizan al mundo rural: el alcoholismo, la violencia intrafamiliar y el abuso. Nos emociona que, a pesar de todo, estas mujeres se juntan, se potencian, trabajan y son creativas. Después de trabajar en la tierra para sembrar papas, ajos o mariscar con el gualato (herramienta hecha de madera y fierro), vienen a tejer con esas mismas manos. Esto para nosotros/as es una muestra de valentía y fuerza.
La imagen en el lienzo dice y explica muchas cosas: aunque viaje por todo Chiloé y no tenga texto, todas las personas que lo vean sabrán que se trata de Quehui, la isla que tiene forma de Hígado.