Descubriendo la memoria colectiva de Cardonal con las artesanas y recolectoras del mar, realizamos una mateada para comenzar a dar forma al tejido de saberes colectivos. En la sede de Cardonal, entre mates y conversaciones, nos reunimos con Ema, Ofelia, María, Celmira, Lucila y su nieta, para conocer más a fondo la visión y vivencias de Cardonal.
Comenzamos haciendo un mapeo colectivo de la zona respaldándonos con imágenes del territorio, flora, fauna y actividades típicas del sector, algunas de las mujeres del grupo comenzaron a revivir y contarnos recuerdos de sus días como recolectoras costeras, también sobre su niñez, ya que antiguamente todas estas actividades de extracción de algas, moluscos y peces lo hacían de forma artesanal sin ayuda de máquinas ni vehículos. Nos contaron de las caminatas que hacían con las algas al hombro, subiendo dunas para dejarlas secar en sus casas para su consumo propio y también para vender, en ello se puede reconocer el esfuerzo de sus formas de vida.
Durante este mapeo, espontáneamente, cada una comenzó a sacar sus tejidos, la señora María sacó sus cuatro palillos para comenzar a tejer unos calcetines, la señora Ofelia tenía su tejido ya avanzado haciendo de este un chaleco y la señora Celmira andaba con su crochet tejiendo un pulpo morado. Con todos estos saberes, materiales de la zona y sus conocimientos artesanales, hemos llegado a la conclusión y decisión en conjunto de trabajar en el arte textil con diversas técnicas ya que la mayor parte las personas artesanas o no, dedican horas de sus días a estas prácticas. Nos dicen que en los meses de invierno el clima del territorio hace complicada la extracción en el mar y a la vez deben esperar por los cultivos de la tierra, entonces calmadamente tejen y tejen para refugiarse de las largas y oscuras tardes de frío y lluvia, que llegan una vez al año a Cardonal y sus alrededores.
Tejeremos la memoria de cardonal llenando los paisajes de sus textiles, bordaremos la identidad y urdiremos su trama en el telar de la vida.