El video danza que realizamos junto a los niños de la escuela Kom Pu Lof, tiene un carácter lúdico ante todo. En realidad, no es exactamente un video danza. Los niños no son bailarines y, si bien lo que hacemos es un video experimental, que busca generar un diálogo entre lo audiovisual y el movimiento del cuerpo en el espacio, no perseguimos tanto un producto como una experiencia vital, que deje tanto en los niños como en nosotros ciertas luces e ideas que han ido surgiendo de una creación colectiva, de un diálogo cultural y generacional.
Hoy fuimos un equipo reducido. En el video, cada niño es una animal, pero debido a problemas de horarios y diferentes actividades de la escuela, nuevos integrantes llegan mientras otros no están. Por estos días, toda la energía de la comunidad está puesta en el guillatún de mañana, al cual hemos sido invitados. Debido a esto, aunque tenemos menos participantes el día de hoy, podemos enfocarnos en el trabajo junto a los pocos integrantes a tiempo completo. Y como somos menos, el trabajo es más fluido y requiere menos desgaste energético. Los niños están más tranquilos y hay más espacio para explorar.
A diferencia del miércoles, que nos reunimos muchos en una gran explanada verde, bajo una loma a pleno sol, hoy estuvimos junto al lago, bajo sombras y una suave brisa fresca. Éramos pocos y podíamos observar: el movimiento de los juncos movidos por el viento, las aves volando sobre el lago o flotando sobre él, las formas que crea una piedra lanzada sobre la superficie del agua, etc. Podíamos concentrarnos, escuchar el silencio y desde ahí componer encuadres y movernos en el espacio. Desde ahí, jugar a filmar (aunque realmente es grabar, pero filmar suena tanto mejor).
Estuvimos filmando hasta la hora de almuerzo, cuando la liebre vino en busca de los niños. Entonces, nosotros partimos rumbo a Hualpin. Allá, fuimos a visitar a algunas señoras a sus casas, tratando de profundizar en algunas preguntas acerca de sus recuerdos de infancia, acerca del paso del tiempo en Hualpin, memoria de un cuerpo social, que es la comunidad entera. Por otra parte, grabamos imágenes de partes del cuerpo de algunas señoras, relacionadas a su historia y a su trabajo u oficio. Las manos, los brazos, los ojos cansados…
El día fue largo y terminamos la tarde caminando a la casa de Richi, profesora del jardín infantil de la escuela (Weke Coyn), a quién debíamos devolverle unas llaves. Sin embargo, al llegar, nos encontramos con toda la familia haciendo los preparativos para el guillatún, arriba en la ruca. El fuego ardía y muchas ollas hervían. Carne colgaba desde las vigas de madera. Habían faenado a unos animales y se preparaban para cargar el camión. Entonces, ahí nos quedamos, compartiendo una cerveza, conversando y ayudando a cargar, a ordenar, a prepararnos para el gran día del guillatún.