Y así de rápido pasaron dos meses de residencia, trabajo colaborativo y convivencia en la ruralidad. Nos vamos contentos con lo aprendido y con los lazos de amistad y cariño que generamos en Pilmaiquén. Les agradecemos a todos los vecinos que nos abrieron las puertas de sus casas y trabajaron con nosotros para explorar las historias de esta localidad.
A modo de despedida dejamos el texto que inauguró la exposición del archivo el sábado pasado y que condensa muy bien lo realizado en esta residencia:
Volver la Mirada: Revelando historias en comunidad.
TEATRO NIÑO PROLETARIO se propuso desarrollar un archivo comunitario junto a la comunidad de Pilmaiquén, en el que se investiguen y expongan sus historias, identidades, cuerpos y territorios, con el fin de generar un proceso de reconocimiento de memorias.
Queríamos explorar el territorio junto a los vecinos y ocupar herramientas de las artes y la investigación social para poder rastrear el patrimonio intangible y tangible de su comunidad. Queríamos acceder a sus objetos, testimonios, historias locales, recetas, fotografías y sonidos.
Queríamos compartir historias, recuerdos, relatos y expectativas en torno al territorio, revelando la importancia de la identidad comunitaria.
Fue así como llegamos ansiosos de ver sus rostros, de conversar, de compartir una taza de té y ver qué querían contarnos ustedes.
Hoy hemos cumplidos dos meses viviendo en el Camino Antiguo de Pilma… y esta tarde les devolvemos todo lo que ustedes nos han regalado.
Los invitamos a ver, escuchar y a seguir creando el archivo de Pilmaiquén.