Desde que terminamos la semana de grabaciones el viernes pasado, hemos estado encerrados en un departamento en Santiago junto a Felipe Inostroza, editor y colaborador en el proyecto, revisando material y comenzando a montar los distintos segmentos audiovisuales que tenemos estructurados para la video instalación final. Han sido días de muy poco sueño y de trabajo intenso. Es tanto el material que hemos ido acumulando que, aun habiendo hecho un trabajo de selección previo a lo largo de la residencia, ha sido difícil trabajar en un marco de tiempo reducido para el proceso de montaje. Si bien éramos conscientes del poco tiempo que tendríamos para editar, priorizando por aprovechar la semana anterior para continuar con las grabaciones, nunca nos imaginamos la cantidad de material que tendríamos a disposición.
Por otro lado, uno de los grandes aprendizajes de esta experiencia de residencia, ha sido la capacidad de adaptación. No pudimos realizar las grabaciones antes porque, como ocurre usualmente a fin de año, los colegios y junta de vecinos estaban con mucha actividad. Por lo tanto, debimos editar en sesiones maratónicas. Hoy finalmente, un día martes a altas horas de la noche, realizamos las últimas modificaciones para los distintos videos que montaremos en la video instalación.
Mañana por la mañana, parto temprano de vuelta a Hualpin, para unirme al resto de la compañía que ya ha empezado a montar la muestra “El lugar de mis cuerpos” en la sede Las Violetas, detrás de la biblioteca pública de Hualpin.