En estos meses de residencia en Pelluhue, hemos puesto nuestro foco en el sector costero rural de Cardonal, ya que es un punto donde descubrimos artesanas y artesanos que utilizan diversas técnicas, pero por sobre todo el tejido en lana de oveja, fuimos cayendo que hasta ahora hemos tenido 3 lugares donde estar con la comunidad, pasamos de reunirnos en una escuela rural hasta una sede vecinal, llegando a la casa de una vecina que es la tía Lucy, ella nos abrió amablemente las puertas de su casa y a la comunidad para gestar encuentros y actividades que hemos realizado con la residencia, también debemos agradecer a la señora Virginia que nos ha facilitado la sede de Cardonal. Hoy propusimos con las artesanas reunirnos para seguir plasmando nuestra creación que refleja la identidad de la comunidad. La semana pasada consolidamos lazos con más vecinas y vecinos para seguir armando nuestra creación colectiva. Durante el fin de semana pasado nos trasladamos a la feria artesanal de Curanipe, ya que algunas de las artesanas de Cardonal tienen puestos en esa feria. Allí pudimos conocer más artesanas de la zona donde dejamos una invitación abierta para reunirnos en la casa de la tía Lucy para seguir trabajando con lanas y técnicas que derivan de esta.
Este martes, entre muchos colores de lanas y conversaciones, mientras paralelamente hacíamos empanadas, bordamos, tejimos y fieltramos lana para confeccionar un mural donde las mismas artesanas dieron el concepto e idea de lo que quieren proyectar: la representación de un paisaje con tradiciones de la zona, donde se reflejan tanto flora y fauna del lugar como sus actividades locales relacionadas a la pesca y artesanía. Mientras damos forma a esta idea sobre una tela de algodón llamada osnaburgo, una de las artesanas-recolectoras comienza a contar una de sus experiencias sobre las inclemencias del clima al ir a recolectar al mar sobre todo en invierno. También nos hablan sobre el tejido, la importancia y el valor que se le daba antiguamente en este lugar, tanto aquí como en zonas aledañas, llegando incluso hacia regiones más al sur de Chile, donde les compraban al por mayor los tejidos, y era posible adquirir estabilidad económica solo con este oficio. Esos tiempos ya no existen, ahora son solo recuerdos de una época dorada del tejido. La vida de hoy en día donde la tecnología se ha posicionado en casi todo el mundo, ha afectado los oficios hasta en los lugares más recónditos, donde se han ido transformando y modificando tradiciones antiguas de acuerdo a la rapidez que ahora se requiere para ir encajando en la sociedad y no quedar “obsoleto”. Es complejo no seguir las demandas de este mundo moderno.