En algunas bitácoras anteriores hemos mencionado que como parte de esta residencia, hemos estado en contacto con recolectoras del mar que también son artesanas y que hacen una variedad de cosas en su día a día. Por la mañana de ayer, llegamos a la feria artesanal de Curanipe para reunirnos con algunas de las artesanas y seguir avanzando con la tela mural, cuando una recolectora nos dice que quiere ir al mar a sacar algunos cochayuyos para almorzar. Nosotros quisimos acompañarla y aprender como buscaba de su propio alimento.
La tela mural quedó a cargo de algunas artesanas que siguieron pintando con la lana, ya que a algunas realmente les ha gustado mucho el proceso. Nosotros acompañamos entonces a la recolectora, además porque esta recolección serviría para nuestro almuerzo comunitario.
Con el día nublado y un poco de viento frío, y con una bolsa de tela, fuimos caminando por la orilla de la playa. Se veían algunos cochayuyos sobre la arena negra, la recolectora nos indicaba que algunos servían y otros no, y que los más frescos son los que están en la roca. Cuando llegamos a las rocas nos dimos cuenta que habían distintos tipos de algas y que cada alga servía para cierto tipo de cosas, también había que fijarse en la madurez de cada una, no era llegar y sacar así nada más. Este es un mundo inmerso en otro, ya que pudimos ver muchos colores entre algas, moluscos y algunos peces, cientos de conchitas en crecimiento en sus casas-rocas, también pudimos apreciar y valorar esta forma de ir a recolectar el alimento, una forma muy antigua pero que aún sigue vigente en las costas. En cuanto al conocimiento, este se traspasa de generación en generación, desde que son niñas y niños conocen el mar y lo pueden leer. Subimos por rocas, caminamos entre medio de estas, y corríamos de las olas que venían con fuerza. El mar hoy no estaba tan tranquilo pero si nos dejó llevar los cochayuyos necesarios para hacer nuestro almuerzo. Caminamos de vuelta a la feria de Curanipe y nos sentamos a cortar el cochayuyo en trozos pequeños, al final decidimos que este almuerzo sería para el día de mañana que sería hoy domingo, resultando en un ceviche comunitario. Seguimos con nuestra tela mural y de pronto llega la señora Carmen del taller de reutilización textil Manos de María, queriendo presentarnos a una amiga fotógrafa que se dedica a capturar imágenes de aves de la zona, nos pregunta si puede fotografiar lo que estamos haciendo y le decimos que sí. Como ve que estamos plasmando algunas aves de la zona nos ofrece su ayuda y que podemos utilizar sus imágenes de aves, nos deja su Instagram para que conozcamos su trabajo @fotos_aves_maule y charlamos un rato, de una u otra forma nos hemos ido conectando con más personas que tienen intereses similares, a veces van y vienen, y a veces podemos reunirnos todas y todos.