A todas estas ¿cómo fue que terminamos metidos en la gestión del festibarrial de la población Yerbas Buenas?
Cuando vinimos en julio a hacer nuestra visita de campo, nos presentaron varios actores claves de la comunidad: Casa-Estudio Chaminade, centro de nivelación en estudios de básica a cuya cabeza está Dante Galgani, apoyado administrativamente por Marta Cuevas, Ramón Cornejo, de quien les hemos hablado en anteriores bitácoras, gestor barrial y cantante del grupo de hip-hip Proyecto Rama Crew. En el camino conocimos a Robinson Cerda y César Ibáñez, estudiantes de trabajo social haciendo sus prácticas en la casa-estudio y Celia Gallego, motivada trabajadora social del CECOSF, entre otr@s.
Desde el inicio tuvimos bastante empatía con cada un@ de est@s actores. Acordamos en juntarnos los jueves para conocer más el trabajo de cada un@ y conversar sobre cómo podríamos articularnos para crear algo. Por esos mismo días fuimos a conocer el Telecentro de la población Yerbas Buenas, donde nos recibieron cálidamente y además nos invitaron a una mesa barrialdonde acudieron representantes de organizaciones que actualmente trabajan por/para la comunidad. Fue en esta reunión donde por primera vez escuchamos la idea de una “fiesta de la primavera de la Población Yerbas Buenas”, que apenas era un sueño común de los que estaban presentes. Una instancia que pudiera integrar y llenar de alegría a toda la comunidad. Entonces, la pregunta por la plataforma resurgió.
En la reunión siguiente, ya la propuesta de la fiesta tenía una patita en esta realidad; Robinson y César habían conversado con Marta y ya tenían dos fechas tentativas. Nos invitaron entonces a sumarnos y con mucha alegría aceptamos, dado que esta celebración nos permitiría tener un acercamiento tanto a l@s actores trabajando con y por la comunidad – aprendiendo de las maneras en las que est@s trabajan y gestionan en conjunto-, así como a la comunidad misma.
Inmediatamente identificamos que Ramón iba a ser un actor clave para el desarrollo del festival, por su larga trayectoria como artista, gestor y líder de la población y de Linares. Escogieron las fechas y agendamos reuniones de trabajo para concretar ideas y repartirnos el trabajo. Entre risas y tallas, fuimos definiendo una programación alrededor del aprendizaje y otra alrededor del disfrute, las dos teniendo en común el compartir. Ramón activó su cadena de contactos y junto con Robinson y César buscaron las bandas locales y linarenses que quisieran integrarse para conformar una programación variada y atractiva para personas de todas las edades. Concertamos a l@s talleristas buscando diferentes tipos de experiencias y saberes: alrededor de la música se pensó un taller de producción musical, alrededor del movimiento pensamos talleres de break dance, k-pop, parkour y zumba; y en torno al hacer pensamos talleres que mezclaran temas de interés y activación manual: por un lado recuperación de residuos plásticos con la Naya Poblete, y cocina experimental a partir de la remolacha, producto agrícola representativo de la zona -por la presencia de la azucarera IANSA-, con la Consu Banda.
Cerrada entonces la programación, acudimos a Eliot Castro, a quien les presentamos en la bitácora #6, para que colaborase con un hermoso afiche que representara las historias reales y fantásticas de monstruos talentosos y de bicivoladores que cooperan para armar una fiesta. Robinson y César, siempre tan geniales, lograron que su universidad donara la impresión de 15 afiches grandes para hacer difusión. El Telecentro también nos imprimió unos volantes de mano para ir puerta a puerta invitando a las personas a este tan esperado Festibarrial.
Como pensábamos utilizar el pasaje Llano Blanco para poner el escenario el día de las presentaciones, Chaminade usó su experiencia en asuntos diplomáticos para gestionar los permisos para el uso del espacio público. El CECOSF local aportó toldos para una jornada de salud gratuita. Ramón convocó a Deros, El Brujo y Deas, muralistas y grafiteros de la población Yerbas Buenas para que junto con Eliot Castro y Jazz, intervinieran un gran muro que la comunidad nos concedió para su intervención. Buscamos personajes inspiradores de la población y con Gato, nuestro apoyo -guía- audiovisual, los grabamos invitando a tod@ Linares a la fiesta. Todos estos contenidos los transmitimos a través de una estrategia medial que implicó facebook, instagram, ruedas de prensa, mensajes de whatsapp, correos electrónicos y visitas a radios locales.
Al fin el día del festival llegó. Entre todos nos coordinamos para pasar a buscar los implementos de los talleres, decoramos el lugar con telas, banderines y monstruos doceñados, y dispusimos todo para las jornadas de aprendizaje. El abuelo de César nos prestó un gran camión con el que trajimos el escenario y desde las 5 de la tarde empezaron a desfilar artistas por el pasaje Llano Blanco, que entremezclándose con la batucada que recorría el barrio invitando, le daban inicio al festival. Cada grupo subió a la tarima presentando sus artes y técnicas, animad@s por el Joao. Vimos coreografías, acrobacias, escuchamos canciones y al final de la jornada, para ponerle la guinda a la torta, homenajeamos a los gestores que hicieron posible el encuentro, con los premios Cansa, que más adelante les detallaremos.
Siendo las 22hs del sábado, entre aplausos y abrazos, dimos por terminado el Festibarrial que como verán en las fotos a continuación, mucha alegría le dio a la fascinante diversidad de la población Yerbas Buenas, que dicho sea de paso, ya comienza a gestionar una segunda versión.
¿Qué es una plataforma y qué forma tienen las plataformas? ¿Será el Festibarrial una especie de plataforma?