Decidimos hacer dos experimentos junto a la comunidad. Quisimos usar herramientas audiovisuales para jugar y explorar el territorio.
“La fotografía puede pasar a ser algo más un fotograma aislado. Se transforma en la puerta de entrada a otro mundo, mucho más profundo, que como un juego de espejos nos permite mirarnos a nosotros mismos, pero con otros ojos y, desde esa reflexión, volver nuestra mirada al mundo”. (PH15).
Fuimos a los talleres de dueñas de casa que se imparten en la sede vecinal y les entregamos cámaras fotográficas digitales a las mujeres. Conversamos sobre las fotos, mostramos referentes, hablamos sobre el encuadre y la composición de una imagen. Ellas se entusiasmaron y quedaron en sacar sus fotos para la próxima semana. Van a crear imágenes sobre sus hogares, familias y un auto retrato.
Después, esa misma tarde hicimos lo mismo con los niños del taller de teatro. Sacamos fotos durante una hora y los niños saltaban contentos con la posibilidad de poder llevarse una cámara a sus casas. También quedaron de traer sus fotos la próxima semana. Vamos a ver cómo nos va. Todo esto será material para el archivo y la exposición.
Es importante decir que todo esto surgió después de ver el documental Human (https://www.youtube.com/watch?v=N1WdfVWo1pQ). Estuvimos todos estos días visitando a las agrupaciones que se reúnen en la sede vecinal y a la escuela rural. Compartimos la idea entre todos y realizamos el siguiente ejercicio: una persona debe elegir dos cartas al azar. Éstas tienen preguntas las que deben responder frente a una cámara. Es algo así como un confesionario, pero con la libertad de decir lo que quieran. Logramos captar alrededor de 40 “miradas”, ahora tenemos que seleccionar y editar para aportar con un corto-documental al archivo.