Hoy es el último día del primer mes del año y hemos decidido dar un respiro, aún nos faltan algunos detalles, pero para esta próxima etapa serán menos. Después de realizar varias actividades con la comunidad de Cardonal creemos que es tiempo de parar, procesar y reflexionar las actividades que fuimos creando en conjunto.
Luego de muchas conversaciones con la comunidad artesana llegamos al acuerdo de trasladar la estructura que sostiene la tela mural que se encuentra en Curanipe, este traslado será hacia la escuela rural Cardonal, habíamos pensado en construir 2 estructuras con el fin de que pudieran moverla dependiendo de sus actividades, pero después de largas conversaciones e imaginar el futuro, la comunidad prefiere que quede fija en ese lugar. Dejaremos pendiente esta acción para marzo, ya que ese mes la mayoría vuelve a sus actividades regulares de cada año, se reabre la escuela, vuelven los alumnos, se inician los talleres laborales que se vienen haciendo por años y así las diversas actividades de los vecin@s de Cardonal, ya que en estos meses de pleno verano la mayoría se encuentra trabajando y aprovechando la temporada estival.
A través de los años, el turismo ha ido en aumento en el sector, por eso es preferible hacer este respiro el mes de febrero. Estos meses recorriendo y conociendo Pelluhue hemos podido ir viendo los cambios que ha tenido la comuna desde lo climático hasta el flujo de personas. Cuando llegamos en octubre, a pesar de ser primavera aún llovía y había mucho viento y frío, no andaba mucha gente en las calles y la poca que logramos ver se encontraba trabajando. Ahora que estuvimos en enero, entre medio de las fiestas de fin de año y cambio de estación en la que llegan personas a disfrutar de sus vacaciones de verano, se ve movimiento por todos lados y el sol se hace notar mucho más que los meses anteriores.
Además de ver estos cambios generales, hemos ido viendo que quizás el proyecto hubiese sido mejor realizarlo desde marzo a septiembre, entre otoño e invierno, meses en los que no hay mucho movimiento por el clima, porque se pone más frío y todo es más difícil. Por esta razón antiguamente surgieron los tejedores, en los meses de duro invierno era mucho más complejo ir a recolectar al mar y necesitaban su entrada económica, y en ese sentido tejer les daba para poder mantenerse. Nos cuentan que antiguamente las lluvias y el mar eran otra cosa, era lluvia de verdad, no como ahora donde el cambio climático es evidente, cambios que se han producido principalmente en esta zona por las plantaciones de pino, eucalipto y monocultivos de frutilla, donde el agua ha sido la principal afectada.
Todo es una cadena, todo está conectado, lo que pasa en la montaña afecta hasta la costa, y el mar a tod@s. En la primera residencia en Purén, región de La Araucanía en 2017, nos tocó ver algo similar con respecto al monocultivo, los ancianos nos contaban que los caudales de agua eran mayores. En este camino de aprendizaje hemos podido ver cómo el cambio climático también ha afectado a los antiguos oficios, se van perdiendo tradiciones y culturas, sobre todo en la que se utilizan materias primas naturales, las que vienen directamente de la tierra.
En cuanto a Cardonal nos vamos muy agradecid@s de todo el aprendizaje recibido, pudimos nutrirnos con la comunidad de recolectores y artesan@s, entender un poco más al mar, la naturaleza y cómo las personas que crecieron aquí se relacionan con su entorno, también esperamos poder haber sido un aporte en este lugar, nos vamos re-encantad@s con la tradiciones de l@s tejedor@s y recolector@s, a Pelluhue y sus pueblos, Curanipe, Peuño, Cardonal, Salto de Agua, le damos las gracias a tod@s las personas que conocimos y han colaborado en el proyecto, por el tiempo y sabiduría que nos compartieron. Nos vamos pero nos volveremos a ver en marzo.