Algunos no hablan, porque al parecer no hay muchos motivos importantes para hacerlo,
Algunos hablan de recuerdos lejanos, y de lo olvidados que están, por sus hijos.
Dicen si no fuera por casa de acogida, su destino sería incierto.
Algunos me cuentan de los trabajadores y esforzados que fueron durante sus años de vigencia laboral, que por lo general había empezado en su niñez. Otros simplemente observan y seguramente viajan en sus memorias.
Un panorama lleno de carencias, es el que enfrento en la casa de acogida “Volver a Sonreír”, para los adultos mayores que requieren un cuidado especial en Los Cristales.
Pensaba… ¿Qué puedo hacer para alegrar esas caras?… ¿Cómo llegar a esos corazones para que compartamos esos saberes por tanto tiempo mudos e invisibles?
De pronto sale la guitarra de la mano de Carmen Ulloa, nuestra artista local y la cuarta a bordo de nuestra residencia.
Comenzaron las palmas… comenzaron las cuecas, las rancheras… y entre canto y canto, comenzaron las payas, las risas y los versos.
Afloraron los talentos y la energía cambió… Éste día! Se ha vuelto sonreír… y desde este día: En todos los martes de nuestra residencia desde las 15:00hrs. El mate, el pan y el cafecito en la casa de acogida; corre por cuenta de ellos. Para mí, un panorama imperdible lleno de aprendizaje.