BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Origen natural Quinta de Tilcoco - Localidades: Guacarhue, La Viña, Puente Alta y Quinta centro, O'Higgins - 2017 Residente: Francisca Burgos
Publicado: 15 de septiembre de 2017
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No estamos muy seguras de el porqué había misa viernes en la noche, pero al ver a las personas de la comunidad tan arregladitas presentándose a la Iglesia de Guacarhue, decidimos entrar.

La iglesia de Guacarhue es el gran tesoro de la localidad y del Valle del Cachapoal, fue declarada Monumento Histórico hace más de 20 años, por representar la arquitectura tradicional chilena de la época de la colonia y del estilo neoclásico y claramente porque en ella converge el núcleo social de la comunidad.

Al entrar nos llamó inmediatamente la atención la típica escalera tétrica que se encuentra a los costados de las entradas de las iglesias. La situación prácticamente nos obligaba a asustarnos, ya que la oscuridad avanzaba con cada peldaño y como si el susto estuviera prediseñado, al llegar arriba al cuarto más oscuro, se encontraba en posición gárgola una figura humana. Por supuesto me espanté y grité, sin pensar si se iba a escuchar mi alarido en la misa y honestamente espero que no. Pero al escuchar la risa del hombre gárgola, me tranquilicé, seguido de una sensación de vergüenza. El caballero era el encargado de hacer sonar la campana y para nuestra suerte, no era el encargado de reproducir la pista de audio que hoy hacen sonar muchas iglesias.

La campana que iba a sonar esta noche frente a nosotras, es la original de la iglesia, una auténtica pieza de metal forjado de más de 300 años. Definitivamente, una de las experiencias simples, pero que enriquecen el alma de cualquier artista. Su sonido era envolvente e hipnotizante y su campanero definitivamente llevaba el ritmo en la sangre. Desde ahora, podemos decir que este importante elemento del patrimonio cultural de la zona, nos ha dado el más cordial de sus abrazos a nuestros oídos, cabezas y corazón.

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