Llegó el momento, después de hacer y hacer figuritas y piezas de cerámica echarlas al horno, pero no era llegar y coser las cerámicas, tuvimos que arreglar un horno antiguo que ocupaba la mama de la Pali y que estaba desocupado hace una buena cantidad de años. Don Felipe se encargó de arreglar la parte eléctrica, luego nosotros comenzamos a reforzar con cemento refractario todos los hoyitos que tenía, espacio por espacio, una vez terminado esto arreglamos los cantales que son los alambres que se ocupan como conductores del calor y es lo que le da la temperatura al horno, al ser cantales antiguos tuvimos muchos problemas ya que se cortan fácilmente y no llegaban a la temperatura que requiere la cerámica (1.000 grados), pero después de varios intentos pudimos coser nuestras primeras piezas, solo una vez llegó a la temperatura necesaria, luego las piezas restantes la conocimos pero a menor temperatura lo cual nos sirvió ya que las piezas se endurecen y quedan más resistentes, pero de todas formas faltaba más calor para lograr el color de los engobes, entonces a nuestra vuelta pretendemos volver a cocerlas pero con un nuevo cantal para que lleguen a la temperatura adecuada y queden perfectas para armar la obra final, un mural colaborativo que reunirá todas las piezas.