Desde un comienzo que transita la idea de lo no-humano en este sector de la isla. El cómo incluir a aquellos/as que habitan el territorio y que no son precisamente personas. Es más, la distribución demográfica está muy desbalanceada: Ovejas (1M) >Guanacos >Pingüinos > Humanos. Durante estos últimos días hemos reflexionado sobre los registros realizados y cómo participan de este ventarrón, y decidimos incluir a animales en la máquina del tiempo, tomándonos la libertad de interpretar sus imaginarios desde la perspectiva humana pero desde un punto de vista animal. Integramos ovejas y gatos: las primeras por ser la criatura de mayor población en la isla y protagonistas de la cultura estanciera, y los segundos, a quienes registramos durante estos días, por habitar las periferias más crudas, y aparentemente dolidas de Cerro Sombrero. Son los gatos esos habitantes que llegaron sin ser de acá y que no tuvieron tanta suerte, se nota que sufren, que el frío y el viento son adversos a su caminar. Son piratas errantes que vararon en este campamento industrial.