BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Álbum de Mitopoesía Documental Punitaqui - Casa de la Cultura, Coquimbo - 2017 Residente: Colectivo Estudio Repisa
Publicado: 26 de noviembre de 2017
Búsqueda del Fotoromance

Autor: Ivo Malinarich

Mientras transitamos por Puni aparecen nuevas historias. Comienzan a surgir las montañas, los pirquineros, los movimientos, la gente. En nuestra primera deriva nos relatan la historia de un fotógrafo que retrató al pueblo durante décadas. Un personaje que dedicó su vida a la fotografía, todos en el pueblo lo recuerdan con cariño. Desde ese momento comenzó la búsqueda del «Fotoromance de Punitaqui».

Osvaldo Cuello, fotógrafo apasionado, registró las calles de Pueblo Viejo, Pueblo Nuevo, Delirio, Los mantos. Se enamoró de las flores de Punitaqui. En cada evento social, cada fiesta nacional, matrimonio, cumpleaños, funeral, estaba el objetivo sensible de Osvaldo, esperando hacer una fotografía.

Luego de una larga espera y la gran ayuda de nuestro amigo Jorge, pudimos dar con el domicilio de Fotoromance. En Ovalle, en una casa de un piso, vive Osvaldo y su museo de cámaras restauradas por él mismo. Al conocernos, nos hace presentación de todas sus cámaras, cada una dispuesta a jugar con la memoria, con el lente, mirándonos, invitándonos a recordar. «Para ser fotógrafo hay que empezar con las cámaras viejitas», nos dice como consejo. A medida que nos va relatando su vida, recuerda cada foto y el momento que la obtuvo. Recuerda la cámara con la cual fotografió, el diafragma y los nombres de los que aparecen. Cada pedazo de papel revelado es una historia en las manos de Osvaldo. A medida que nos vamos adentrando en la conversación, nos damos cuenta que la vida de Osvaldo viaja con cada negativo, que su memoria funciona en encuadres, y descubrimos la fascinación que tiene por la fotografía como artefacto de reconstrucción de memoria colectiva de un pueblo. Como realizadores, reflexionamos sobre dar vuelta el objetivo hacia un fotógrafo, dar con su retrato por medio de secuencia de fotogramas, darle voz y movimiento a la imagen fija, perpetua. Conservar la unión entre «El Fotoromance» y su pueblo. Nos despedimos con un abrazo fraternal, con una empatía mutua hacia nuestros oficios y con energía para desarrollar nuestro documental.

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