Una experiencia directa y caladora. Introducidos como colectivo Repisa en el pueblo de Punitaqui, hemos conocido a sus personajes entre paseos, estadías en la plaza, pegando afiches en postes de luz, conversaciones alrededor de un mateleche, caminatas al cerro en busca de la historia de las piedras, reuniones en la Casa de la Cultura para armar el contenido de nuestras ediciones, y ahora estamos en proceso de conversar sobre el inicio del álbum. Punitaqui, camino pedregoso o tierra de oro, seguimos!