A la fecha podemos aventurarnos en comenzar a definir los conceptos claves del proyecto, despejando y sintetizando los grandes esquemas iniciales de intereses que surgían en las primeras semanas de investigación y asentamiento en el pueblo, donde todos los días surgían nuevos temas e ideas. El grupo de mujeres conformado, logró adquirir una estabilidad semana a semana, construyendo familiaridades que nos han permitido también reflexionar junto a ellas, diseccionando cada posibilidad, analizando relatos e historias que en cada jornada hacen más sentido con el proyecto.
Vemos las instancias de creación junto a ellas como un intercambio constante de inquietudes, donde nosotrxs les hemos transmitido de algún modo el interés en torno a las imágenes, pinturas rupestres, petroglifos, geoglifos y cada manifestación estética y visual que observamos en el territorio y sus relaciones con momentos específicos de una historia un tanto oficial, mientras que ellas, expresan sus curiosidades en torno al dibujo, narrándonos episodios específicos de sus vidas, de sus antepasadas y vecinxs, que dejan entrever su cosmovisión particular desde una memoria tanto íntima como colectiva, revelándonos una historia no-oficial, partes omitidas, acalladas de relatos históricos narrados por hombres, donde ellas toman protagonismo en episodios de diversa índole, afirmándonos en cada relato la idea de que su existencia en el territorio es resistencia.
Las adversidades naturales, como el aislamiento territorial, la falta de agua, plagas, acecho de animales salvajes a los cultivos, entre miles de otras problemáticas se suman a situaciones de violencia política y doméstica, abandono institucional y estatal, la migración de sus familias y vecinxs a la ciudad que les deja un peso aún mayor en sus hombros, el despoblamiento es quizás uno de los problemas que más pesa, porque la soledad se siente, hay menos manos para colaborarse y brindarse apoyo mutuo y, esas manos envejecen cada día en la insistencia de mantener su forma de vida en relación con la tierra. En este sentido, la situación actual de la comunidad en la defensa de las tierras cedidas a los militares la observamos como un símbolo de la violencia a la que ha resistido la comunidad a lo largo de su historia, desde el proceso de chilenización, atravesando por tiempos de dictadura y múltiples episodios donde la fuerza militar ha sido ejercida por sobre habitantes de la comunidad. Prácticas que se repiten, formas de operar a nivel represivo que las mujeres nos narran con convicción y seguridad, estos hechos los hemos ido apuntando, conformando hasta ahora una multiplicidad de relatos que han ido dando forma y contenido al proyecto.
En términos gráficos hemos definido que realizaremos por lo menos cinco petroglifos en piedras grandes, en distintos puntos del territorio. Estas cinco imágenes darán cuenta de cinco relatos que representarán una historia otra de Socoroma, graficada e ideada por las mujeres integrantes del grupo. Por otro lado, la obra audiovisual, futuro resultado del proyecto, pero también un aspecto importante dentro de la residencia en relación al fortalecimiento de la creación colaborativa, consistirá en el registro del proceso de creación de aquellas piedras, vinculándose a aquellos relatos recopilados en este período.