Durante esta semana comenzamos la implementación de un taller de cine para niños y niñas que tiene como objetivo conocer el punto de vista de los más pequeños y pequeñas de Cerro Sombrero. En esta época de vacaciones son pocos los que están por mucho tiempo en el pueblo, pero aún así confiamos en despertar el interés por el taller a los que quedan. Difundimos e invitamos repetidas veces logrando convocar un grupo de 5 niñas y un pequeño niño. Durante esta primera clase nos presentamos, les aclaramos que este taller es más bien un espacio libre para la imaginación y les invitamos a salir de la sala con sus celulares a ejercer el libre ejercicio de grabar, esta primera vez lo más predominante del territorio: el viento.
Queremos compartir con ustedes al final de esta bitácora los registros de este grupo que durante un rato recorrió el pueblo registrando el viento.
Para más tarde, cuando para todo el pueblo concluía su horario laboral, volvimos al cine a nueva función del Cine Club, donde asistieron las mismas personas de la función anterior. Nos alegra ver que se está formando un grupo, aunque sea pequeño, que mantiene este proyecto vivo.
Al día siguiente conocimos a José Paillán, uno de los pocos músicos del pueblo, que a pesar de no tocar ningún instrumento, nos mostró durante una larga tarde de mate su abundante repertorio de letras de canciones que cuentan desde sus amores y desamores hasta su solitario laburar por el campo magallánico. También nos invitó a conocer a sus perros, ovejeros expertos que son su orgullo y bien le han valido varios premios y reconocimientos. La Quenita, el Chadud, el Batalla, el Kaiser y el Basco, nos entregan ese cálido cariño animal en medio de esa luz de atardeceres porfiados que iluminan siempre los amplios cielos de Tierra del Fuego. Es una semana más.