Llegamos a las 10:00 am a la Biblioteca Municipal de Toltén “Gabriela Mistral”, donde nos esperaba ya la señora Mónica Sandoval. Antes de esto pasamos por la oficina de Álvaro Figueroa, Encargado de Cultura de la Municipalidad de Toltén, quien ha sido apoyo clave en nuestro proceso de registro. Álvaro nos estaba esperando para prestarnos una cámara, un trípode y un micrófono profesional, para lograr más ángulos y registros que pueden enriquecer las instancias de conversación-entrevista que hemos planificado.
Junto al equipo, Constanza, J. Antonio y Manuel, conversamos de cómo esta instancia la hemos planteado como una alternativa a la entrevista periodística lineal, que de alguna manera busca interrumpir la distancia de registro periodístico que tiene pretensión de objetividad. Por eso el registro es más bien una conversación-entrevista, donde quienes están detrás de la cámara también aparecen como sujetos de enunciación. Esta metodología tiene como referencia el trabajo del video-ensayo realizado por la artista y curadora chilena Ingrid Wildi Merino y otros referentes del cine-ensayo, donde se busca dislocar la distancia entre el representado y la representación, para que emerja el discurso honesto que se trama en una relación humana afectiva. Este proceder que hemos ensayado, requiere de bastante más tiempo de decante y articulación de un momento de confianza real, pues no se trata de buscar una “cuña”, sino de permitir que aquello que nos quieren decir, aparezca en el transcurso de una instancia protegida y segura.
De inmediato aparece el cuestionamiento posterior, que tiene que ver con qué se hace con el material recopilado. En este sentido hemos acordado revisar el material entre todas, tanto las entrevistadas como nosotros y las interesadas de la Mesa de la Mujer Rural de Toltén que quieran presenciar este proceso, aunque no hayan sido entrevistadas. Luego de esto vamos a editar un video que resuma estas experiencias a partir de las observaciones y decisiones de la Mesa. Buscando que este video funcione a modo de registro de la experiencia, sin pretensión de ser obra. Ya que mucho de lo registrado no será usado en el resultado audiovisual, pues consideramos que hay cosas muy íntimas y preciosas, donde aparece una problemática ética importante al momento de exhibirlas. Más bien, traduciremos los relatos y palabras que aparecieron, en un formato de publicación editada, pues consideramos que esa materialidad de la palabra escrita impresa permite la supervivencia de los relatos de lucha de la Mesa. En ese sentido, la filmación es un medio que permite generar el ambiente propicio para que aparezca el relato enmarcado en un rito, no tanto un fin para obtener una imagen determinada para la circulación.
Esto lo hemos conversado mucho con las mujeres de la Mesa, ya que muchas tienen vergüenza de verse en imágenes, pero a pesar de eso han accedido a que las registremos, pues nos hemos dado el tiempo de conocerlas y compartir antes de pensar en la grabación. En este sentido, el trabajo de Constanza ha sido crucial para lograr la confianza que necesita este trabajo.
La señora Mónica Sandoval no pertenece a la Mesa, sin embargo, hemos decidido entrevistarla pues es una mujer clave para entender las problemáticas y contradicciones que hemos percibido y registrado durante nuestra residencia. De esta manera creemos que ella y otras personas, que si bien no pertenecen a la Mesa de la Mujer Rural de Toltén, sí son un aporte para comprender el trabajo y la potencia que tienen la autonomía y la independencia económica en un territorio marcado por la desigualdad y la violencia de género.
La entrevista resultó muy interesante, sin embargo debido a que nos encontrábamos en la Biblioteca misma, nos tocó muchas interrupciones y ruidos que si bien no pararon el flujo de la conversación, sí resultaron en ruidos y cortes innecesarios. Luego de cerca de dos horas y media de conversación, y con aún mucho por decir, la señora Mónica nos indicó que deberíamos salir a terreno, donde ella podría acompañarnos a Vieja Toltén para contarnos historias y más detalles que in situ podríamos conocer. Dentro de la gran cantidad de cosas que conversamos, tocamos el tema de Toltén como frontera, la reconstrucción en 1962 luego del maremoto, las injusticias sistemáticas contra el pueblo mapuche-lafkenche y sobre la violencia que ha ejercido la iglesia católica y evangélica sobre las mujeres y hombres de la zona. Ya al finalizar la entrevista, y apagar las cámaras, nos comentó del ferrocarril, de los viajes que ella hacía cuando niña, de cómo caminaba cerca de una copa de agua para llegar a la estación. Quedamos en ir a filmar una segunda entrevista en esa copa de agua abandonada, y luego irnos en auto hacia Toltén Viejo para seguir conversando sobre estos temas y seguro muchos más que la señora Mónica quiere compartir.
Nos vamos de la Biblioteca bastante cansados, llenos de datos y preguntas que nos quedan rondando gracias a la enorme cantidad de información que la señora Mónica generosamente nos compartió. Nos alejamos de la Biblioteca conversando de lo importante que será dejar una publicación sobre el trabajo de la Mesa de la Mujer Rural de Toltén en esa misma institución, que además está a tres cuadras del galpón de la misma Mesa. Hacer ingresar las palabras de la Mesa en el archivo de la nación de Chile, será un gesto de interrupción sobre los relatos dominantes que existen y conforman a este mismo archivo.