Invité a Sven a conocer el muelle y a su gente. Al llegar, nos encontramos con la Recepción de pulpos, que es el proceso conformado por la llegada de los buzos con estos, el pesaje y su ordenamiento antes de salir de la caleta.
Presenciar esta actividad fue impresionante. Por un lado, la cantidad de pulpos es muy alta y por otro, se cruzan dos cosas, el oficio -que finalmente es una cultura en sí misma- y la vida -o la muerte-. Mientras que los pescadores “a sangre fría” los reparten, ordenan y ablandan, pareciera que los pulpos intentan aferrarse a la vida con sus movimientos, sobre todo cuando se pegan a ti al tocarlos -¡qué sensación!-.
Cuánta rudeza en estos hombres, sobre todo cuando escuchas a alguien decir que caza tiburones con las manos. Y es que “el oficio de pescador te hace rudo”, -me comentó alguien-y “lo vives en casi toda tu vida”.